El futuro será eléctrico para Brasil. Cifras de la Asociación Brasileña de Vehículos Eléctricos (ABVE) y recientes estudios señalan que la electromovilidad va en camino a consolidarse en el país durante los próximos años.
De acuerdo con un informe publicado por la consultora McKinsey & Company, el 55% de los nuevos modelos fabricados en la nación amazónica serán totalmente eléctricos en 2040, siendo el 20% de todos los autos en circulación cero emisiones y un potencial económico de 340 mil millones de reales brasileños (R$).
El estudio «Movilidad Sostenible en Brasil» se basó en una entrevista con 3.000 personas, la mayoría residente en centros urbanos, con edades entre 30 y 49 años y con ingresos mensuales entre R$ 4.000 y R$ 12.000.
En el informe, algunos datos relevantes muestran que el mercado parece estar en el camino correcto, aunque hay que tener en cuenta algunos obstáculos.
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Dificultades
Según el artículo, la infraestructura y el precio de los automóviles son los mayores problemas, pero por ahora, no quitan de la cabeza a los brasileños que el futuro puede ser electrificado.
Al ritmo actual, todo indica que con el crecimiento y el deseo de los consumidores, la meta de 2040 es posible. Esto, por supuesto, requerirá inversión. Según el estudio, se necesitará un incremento del 45% anual en términos de cargadores y estaciones de carga.
Entre los encuestados, el 44 % busca una alternativa sostenible para sus desplazamientos (frente al 33 % de la media mundial) y el 24 % se considera entusiasta de la movilidad libre de emisiones (frente al 18 % de la media mundial).
El próximo vehículo comprado será sostenible para el 26% de los brasileños, de los cuales el 15% optará por un automóvil eléctrico de batería y el 11% preferirá un automóvil híbrido.
Apoyo gubernamental
El estudio también revela que existen algunos disparadores para que el mercado alcance el margen de R$ 340 mil millones en ingresos, como algunos incentivos estatales para aliarse con los movimientos del sector privado.
Actualmente, ya existen mecanismos, como la exención del IPVA, la reducción de la tasa del IPI (Impuesto sobre productos industrializados) e incluso el impuesto cero a las importaciones, aunque esto último puede cambiar próximamente a pedido de las automotrices.