En medio de su balance anual, Porsche dio otra campanada en su estrategia de electromovilidad con un anuncio que pocos esperaban. El CEO y presidente del Grupo Volkswagen, Oliver Blume anunció que a mitad de la década llegará la versión eléctrica del Porsche 718.
El nuevo coche convivirá con el modelo térmico para después quedar únicamente como un deportivo eléctrico. Y, para redondear, el Cayenne -que en breve presentará una profunda renovación con más versiones plug-in– también tendrá una variante 100% electrificada.
El objetivo del grupo alemán es que la nueva joya sea el estandarte de la marca, por encima del mismísimo Cayenne, que en 2022 se acercó a las 100.000 entregas mundiales y sus ventas aumentaron 15% respecto al año anterior.
El primer paso de Porsche en la electromovilidad lo dio en 2019 con la berlina deportiva Taycan, que en 2022 fue elegida por casi 35.000 clientes. Aunque 2023 no traerá novedades en este campo, ya será en 2024 cuando se incorpore al catálogo eléctrico de Porsche la nueva generación del Macan.
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Logros y metas
Durante el anuncio, Porsche presentó buenos resultados para el ejercicio 2022, donde pese a todas las dificultades que ha afrontado la industria del automóvil, incrementó sus ventas mundiales un 3% para alcanzar la cifra récord de 309.884 entregas.
Además del crecimiento del Cayenne también el 911 (+5%) o el Panamera (+13%) registraron incrementos importantes en sus entregas.
Toda esta estrategia se marca dentro de un objetivo global de la marca que espera que el 80 % de sus ventas totales a finales de la presente década correspondan a vehículos totalmente eléctricos.
Porsche, sin embargo, ha hecho hincapié en que seguirá desarrollando modelos de combustión e híbridos para responder a las «diferentes velocidades» con las que los mercados mundiales se acercan a la electrificación.
Y mantiene su apuesta por los combustibles sintéticos como una posibilidad real para que los coches de combustión puedan seguir circulando (y comercializándose) más allá de 2035.
