El transporte aéreo se encuentra en ruta positiva de cara a la descarbonización, tomando en cuenta que es uno de los sectores que más emisiones de carbono desemboca en la atmósfera.
Hace pocos días, la empresa estadounidense Joby Aviation consiguió el certificado para alzar vuelo de su primer vehículo eVTOL de línea propia de producción.
Estos avances van de la mano de una hoja de ruta establecida por la la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés) para alcanzar las cero emisiones netas de carbono hacia 2050.
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Pilares del plan
La estrategia aborda distintos pasos que comprometen a toda la industria aérea, la fabricación de nuevas aeronaves, la transición energética, aspectos operacionales y financieros.
Un punto importante que destaca la IATA es la necesidad de contar con políticas públicas lo que implica una responsabilidad directa de los gobiernos.
Para la industria aérea, las políticas públicas son fundamentales para desarrollar muchas de las innovaciones y acciones necesarias. La IATA señala que la adopción de la hoja de ruta es una referencia importante para quienes toman las decisiones en cada uno de los países.
“Las hojas de ruta son la primera evaluación detallada de los pasos necesarios para acelerar la transición hacia el cero neto para 2050”, señaló Willie Walsh, director general de IATA en declaraciones que reseña el portal “aero-naves».
“Muestran una dirección clara y evolucionarán a medida que profundicemos para establecer hitos intermedios en el camino hacia el cero neto”, añadió.
Tecnología aplicada
Durante su Asamblea General celebrada el pasado mes de junio en Estambul, la IATA explicó que la hoja de ruta no es algo construido de manera aislada.
El organismo considera modelos y revisiones entre distintos sectores de la industria complementado con una herramienta para calcular las reducciones de emisiones que proporciona el Laboratorio de Sistemas de Transporte Aéreo del University College London (UCL).
El plan aborda el desarrollo de aeronaves y motores más eficientes. Se trata de puntos importantes para permitir la transición energética, comenzando con los combustibles sostenibles de aviación (SAF) y a futuro con el hidrógeno verde o las baterías eléctricas.
Asimismo, la IATA plantea que se necesita la construcción de nueva infraestructura para facilitar el uso de SAF e hidrógeno verde. Los aeropuertos en este ámbito tienen una contribución significativa ya que serán estos lugares donde se albergarán los nuevos combustibles para las aeronaves del futuro.
El sector aviación concluye que las políticas públicas son fundamentales para la consecución del plan que los llevará a las cero emisiones en 2050.