La transición hacia la movilidad sostenible es clave en la lucha contra el cambio climático, pero también está demostrando ser una fuente significativa de generación de empleo en España.
Según el estudio «El impulso de la movilidad cero emisiones: una gran oportunidad para descarbonizar el transporte y generar actividad económica y empleo,» realizado por la Fundación 1º de Mayo, la movilidad sostenible emplea a cerca de 300.000 personas en todo el país, según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística.
En primer lugar, los servicios de transporte urbano por ferrocarril generan 66.483 puestos de trabajo, uno de los principales impulsores de empleo en el sector de la movilidad sostenible. Luego figura el transporte terrestre urbano y suburbano con 53.163 empleos, otra fuente importante de empleo.
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Más fuentes de generación de empleo en España
A la lista de medios de transporte se suma el interurbano por autobús con 51.364 puestos, donde la electrificación de flotas y mejora de la eficiencia energética están transformando la manera en que las personas se desplazan entre ciudades españolas.
Ya en menor proporción aparecen los taxis con 80.000 puestos de trabajo, experimentando una transición hacia vehículos con cero emisiones, y finalmente, el uso de bicicletas y carsharing (compartir transporte en auto) genera 600 empleos, siendo el inicio o impulso de la creciente conciencia sobre alternativas de transporte más ecológicas.
«Centenares de empresas y millares de personas trabajadoras que completan un transporte que es y será responsable, en gran medida, de ayudar a alcanzar los grandes retos de la movilidad actual y del futuro. El objetivo es alcanzar una movilidad que genere menos emisiones, y que sea más eficiente, segura, saludable e inclusiva», asegura parte del informe.
«No cabe duda que la consecución de un modelo de movilidad sostenible, bajo en emisiones, no solo es un imperativo al gran reto que conlleva la lucha contra el cambio climático, sino una gran oportunidad para mejorar los niveles de empleo y la capacidad productiva y competitiva del Estado español», concluye el informe.
