A finales del año pasado, Banco Santander México y VEMO, compañía dedicada a promover tecnologías de movilidad limpia en Latinoamérica, unieron fuerzas por medio de una alianza estratégica en pro de la transición hacia la electromovilidad, pero, ¿cómo operan exactamente?
La colaboración entre ambas ha dado paso a la introducción de soluciones de arrendamiento para clientes, fusionando el conocimiento de VEMO en electromovilidad con la experiencia financiera de Santander.
A nivel empresarial, VEMO opera la red de recarga más robusta y confiable de México, con más de 30.000 recargas mensuales, recorriendo más de 60 millones de kilómetros eléctricos desde su fundación en 2021, posicionándose como una de las flotas con mayor kilometraje por vehículo a nivel mundial.
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Históricamente, VEMO ha reducido más de 8.400 toneladas de CO2, lo que equivale a la captura de carbono de más de 450.000 árboles plantados en un año. Por ello, alianzas estratégicas como la pactada con Santander contribuye a seguir incrementando dichas cifras.
Así funciona la colaboración entre VEMO y Santander
Santander y VEMO se enfocan en atender a clientes que poseen flotas de más de 100 vehículos, parte significativa del mercado que está experimentando un crecimiento en la electrificación de sus flotas.
La meta conjunta es realizar una contribución sustancial a la descarbonización del sector del transporte, donde más del 95% de las demandas de este sector dependen de combustibles fósiles, derivando en más del 20% de las emisiones globales de gases contaminantes, según el libro sobre cambio climático «The Carbon Almanac».
Por si fuera poco, el mercado latinoamericano carecía de una solución integral de movilidad eléctrica que facilitara una transición ordenada, rápida y eficiente.
Por ello, Santander y VEMO complementan sus capacidades, buscando fomentar una adopción sostenible y acelerada de estas tecnologías.