El transporte público resulta vital para la descarbonización de las ciudades, y México lleva tiempo tomando y ejecutando medidas importantes hacia la electrificación y la reducción de emisiones en este sector.
La creciente preocupación por el cambio climático, la contaminación urbana y la necesidad de mejorar la calidad de vida en las ciudades ha llevado a Latam Mobility, nuevamente, a pisar suelo mexicano para impulsar otra edición del Latam Mobility & Net Zero: México 2024.
Así, en el World Trade Center de la Ciudad de México se llevó a cabo un nutrido debate a lo largo de dos días, donde uno de los temas a desglozar fue la descarbonización del transporte público en México.
De esta manera, Rosario Castro, directora general de Metrobús; Rafael Burgos, Head de Enel X México; Maite Ramos, CEO de Alstom México; Santiago Alanís, gerente general de movilidad integral de vanguardia en Mobility ADO, y Daniela Flores, directora de proyectos especiales y electromovilidad de la Agencia de Transporte de Yucatán, bajo la moderación de Jessica Ordóñez, directora de sostenibilidad de Invest in Latam, analizaron la actualidad del sector.
Avances
La transición hacia un transporte público más sostenible ha sido uno de los enfoques principales en la agenda de movilidad en México.
Rosario Castro, directora general de Metrobús, compartió en un foro reciente que el sistema BRT de la Ciudad de México ya ha integrado dos rutas eléctricas en operación.
«La primera línea completamente eléctrica fue la Línea 3, un desafío significativo, ya que es el primer corredor en el mundo en operar con autobuses articulados de entrada alta», aseguró.
Por otro lado, el desarrollo de nuevas tecnologías es importante en la descarbonización, pues empresas como Alstom figuran en el camino hacia la creación de trenes eléctricos e incluso trenes de hidrógeno.
Maite Ramos, directora de Alstom en México, enfatizó que la compañía ha puesto en marcha objetivos de reducción de sus emisiones en 25% para 2025, así como llegar a la neutralidad de carbono para 2050.
«Alstom diseñó el primer tren de hidrógeno en el mundo, que ya está en operación en Alemania y Francia, lo que abre un panorama prometedor para su eventual implementación en México», comentó la ejecutiva.
Asimismo, la empresa de energía Enel, a través de su división Enel X Global Retail, ha destacado la importancia de la electrificación del transporte público en México.
Rafael Burgos, representante de Enel, explicó que han trabajado en la electrificación de líneas de transporte en la Ciudad de México, asegurando que el enfoque va más allá de solo proveer electricidad, ya que buscan garantizar que la energía que alimenta los vehículos eléctricos sea limpia desde su origen.
Desafíos y oportunidades
En Yucatán, la descentralización ha favorecido la implementación de soluciones de movilidad sostenible. «La autonomía del estado ha permitido profesionalizar el sector del transporte, asegurando la continuidad de los proyectos a largo plazo, incluso durante los cambios de administración», afirmó Daniela Flores.
Este modelo ha dado confianza a los inversionistas, como empresas que proveen infraestructura de carga, quienes requieren certezas a largo plazo debido a la magnitud de las inversiones necesarias.
Sin embargo, también se identificó la necesidad de que las empresas privadas establezcan presencia local en estados como Yucatán, donde la infraestructura de recarga es aún insuficiente.
El sector privado
El sector privado ha sido fundamental en la electrificación del transporte público. Santiago Alanís, representante de Mobility ADO, destacó la importancia de la voluntad conjunta entre los sectores público y privado para lograr avances en la electromovilidad.
«Mobility ADO, empresa que opera en México y España, ha llevado a cabo pruebas con autobuses eléctricos en colaboración con el gobierno, lo que ha permitido una transición más fluida hacia la electrificación del transporte público», señaló.
La experiencia adquirida en otros países ha sido valiosa para adaptar soluciones a la realidad mexicana. «ADO colaboró en la electrificación del sistema de autobuses en Mérida, demostrando que la experiencia y el conocimiento técnico son esenciales para garantizar el éxito de estos proyectos», concluyó Alanís.
Finalmente, tras la intervención de cada panelista, todos llegaron a la conclusión de que la descarbonización del transporte público en México se presenta como desafío complejo que requiere la colaboración entre el sector público, privado y la sociedad civil.
No obstante, el camino está lleno de retos, entre ellos la necesidad de infraestructura de carga adecuada, el desarrollo de políticas públicas coherentes en todo el país y la creación de modelos financieros sostenibles para apoyar estas transiciones.
Solo la voluntad y el compromiso de todos los actores involucrados serán claves para lograr un futuro más limpio y eficiente en la movilidad urbana de México.