El informe “The Future of Trucks” de la Agencia Internacional de Energía (IEA) concluye que la aplicación de tecnologías digitales al transporte de carga y la logística puede reducir entre 20% y 25% el consumo de energía.
Las cifras positivas se deben a la optimización de rutas y la monitorización en tiempo real, generando un esquema en donde las flotas eléctricas, en combinación con redes eléctricas inteligentes, no solo reducen emisiones y consumo energético, sino que también mejoran la eficiencia operativa, un factor crucial en el entorno urbano.
Según la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (CONUEE), los vehículos eléctricos pueden alcanzar eficiencias energéticas de hasta 77%.
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Retos
En ese sentido, la implementación conjunta de flotas eléctricas, una infraestructura de recarga avanzada y redes eléctricas inteligentes permitirá una gestión más eficiente de los recursos urbanos y reducirá el impacto ambiental del transporte.
Para 2037, se espera que haya alrededor de 17.780 estaciones de carga, según estimaciones del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) y la Secretaría de Energía, representando el 3,1% del consumo eléctrico nacional.
No obstante, México aún tiene retos en la infraestructura de carga y transmisión eléctrica, lo que puede obstaculizar la expansión necesaria para satisfacer la creciente demanda de vehículos eléctricos ligeros, pesados y de pasajeros.
El diseño de infraestructuras de recarga específicas para flotas será esencial para garantizar una transición exitosa hacia un transporte más sostenible.
Un informe del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) advierte que la inversión en redes de transmisión eléctrica no ha sido suficiente para cubrir el aumento de la demanda energética que crece anualmente, lo que resalta la necesidad de robustecer las condiciones del sistema para integrar la electromovilidad a gran escala.