Las estaciones de intercambio de baterías representan una alternativa oportuna en medio de la transición energética y los arduos trabajos realizados por distintos fabricantes de la industria de motocicletas, quienes actualmente buscan minimizar los tiempos de recarga de energía.
México, figura como uno de los pocos países de Latinoamérica en contar con este tipo de infraestructuras y de la mano Citio, empresa pionera que cuenta con cerca de 50 puntos de intercambio, la nación azteca se proyecta a capitalizar este tipo de redes de recarga en la región.
Ampliando un poco el panorama sobre las estaciones de intercambio de baterías y contando las experiencias adquiridas en el sector, el director general de Citio, Servando Canales, ofreció una entrevista exclusiva para Latam Mobility en la que conversó sobre aspectos como la seguridad y posibilidades de crecimiento para dichos centros.
Canales, inició recalcando que más allá de la reducción de los tiempos de recarga, el sistema en cuestión permite separar la propiedad de la batería del vehículo: “Con esta metodología podemos disminuir el precio de la motocicleta prácticamente a la mitad, puesto que el costo de la batería no corre por cuenta del comprador”.
“También eliminamos el tiempo de carga y disminuimos dramáticamente las restricciones de autonomía, dos características negativas de los vehículos eléctricos ligeros”, destacó el representante.
Al ser consultado sobre cómo surgió Citio, Canales comentó que tuvo la oportunidad de residir en Taiwán, donde las motocicletas eléctricas y centros de intercambio ya se han establecido. Gracias a ello, se potenció el proyecto de raíces mexicanas en alianza con Italika, proveedor de las motocicletas que funcionan con la red.
Habiendo tenido la experiencia de vivir en Taiwán, donde las motocicletas eléctricas y las estaciones de intercambio de baterías ya se han establecido ¿Qué considera que debe ocurrir para que México pueda contar con una infraestructura y una cultura como esa?
El número de motocicletas por habitante en ese país es mucho mayor al que observamos en LATAM. En Taiwán hay más de una motocicleta por habitante. Por ello de la mano de Italika estamos empujando hacia dicha cifra.
Por otro lado, el modelo de intercambio de baterías nos permite ofrecer beneficios muy claros. El “TCO” (Total cost of ownership) se vuelve sumamente atractivo, el costo por kilómetro recorrido y el gasto en refacciones se reduce de manera muy considerable. Los beneficios al usuario nos ayudaran a acelerar la adopción de vehículos eléctricos urbanos. Espero algún día ver apoyo claro a este tipo de soluciones sustentables por parte de los gobiernos locales.
Teniendo en cuenta que establecer estaciones de intercambio de baterías representa un riesgo debido a que pudieran ocurrir hechos de vandalismo, ¿Qué impulsó a Citio a instalar estos centros? ¿Han sufrido algún percance?
El riesgo existe, así como en muchos modelos de negocios e industrias. Son características que tenemos que afrontar de una u otra manera en nuestro mercado. En el caso de las estaciones de intercambio de baterías de Citio, hemos implementado cámaras, puertas con cerraduras doble, alarmas remotas de vandalismo basadas en acelerómetros y otro conjunto de medidas. En su mayoría, los percances que sufrimos son estéticos (Grafittis).
¿Cuántos puntos de recarga espera tener Citio en el corto y mediano plazo?
Cerraremos el año con 50 ubicaciones en CDMX, que a su vez crecerán en capacidad de despacho conforme la demanda lo requiera, contamos también con una micro red en Tulum. Durante el próximo año instalaremos infraestructura en dos de las principales ciudades del país.
Cuéntanos sobre la cantidad de motocicletas vendidas y las proyecciones que tienen a futuro.
Fue un buen primer año de operaciones. De la mano de empresas de delivery y última milla vimos buen crecimiento. Cerraremos el año con 10,000 intercambios exitosos, el objetivo es sumar 5,000 usuarios en los próximos 2 años.
Finalmente, Canales acotó que por el momento no cuentan con planes de expansión a otros países de América Latina, aunque admitió que existen conversaciones con Brasil y Colombia.