Plantando cara a la debilidad del mercado de coches eléctricos, como lo es la falta de infraestructura de carga, Shell sigue avanzando en el proceso para convertirse en uno de los líderes en electrolineras a escala mundial.
La petrolera holandesa fija sus esfuerzos en Reino Unido, donde estableció la meta de instalar 50 mil puntos de carga públicos en Londres, por lo cual está llevando a cabo arduos trabajos de transformación para desmontar sus gasolineras.
Específicamente en el centro de la capital de Inglaterra, la compañía inaugurará 10 puntos de carga rápida con una potencia de hasta 175 Kw y en 2021 adquirió 8 mil surtidores de energía para vehículos electrificados con este objetivo.
Además de esta novedosa propuesta, Shell convertirá los centros de carga en toda una experiencia sostenible para los usuarios, puesto que estas instalaciones tendrán una zona de asientos y una tienda con la opción de adquirir bebidas y alimentos. La energía utilizada será 100% renovable, ya que contará con paneles solares; esto, le permitirá construir un circulo cero emisiones.
Movimientos importantes
Para llegar a esta realidad de sustituir gasolineras por electrolineras, Shell fue realizando transacciones clave. Una de ellas fue la compra de Ubitricity, dueña de la mayor red de puntos de recarga de vehículos eléctricos (electrolineras) en Reino Unido.
La compañía tiene sede en Alemania y opera en varios países europeos. Tiene gran presencia en Gran Bretaña y otros territorios, con cerca de 21 mil puntos de recarga, y ha instalado 1.500 puntos privados de carga para clientes de flotas de vehículos en el viejo continente.
Esta fusión permitió a Shell diversificar su negocio hacia fuentes de energía no dependientes del petróleo y expandir su oferta. Antes del convenio, la petrolera disponía de mil puntos de recarga en 430 de sus establecimientos.
Por otra parte, la empresa también estableció un acuerdo de cooperación con el fabricante de vehículos eléctricos NIO para desarrollar una red de estaciones de intercambio de baterías de marca compartida y mejorar la experiencia de carga de los clientes.
En ese momento, ambas compañías se comprometieron a intensificar sus esfuerzos en investigación y desarrollo de tecnologías con el fin de mejorar la presentación de innovaciones y el modelo de negocio.
En 2017, cuando todavía el mercado de coches eléctricos no estaba en auge, Shell adquirió a The New Motion, uno de los principales operadores de puntos de recarga de coches eléctricos en Europa, movimiento que mostraba los intereses de impulsar la movilidad eléctrica.
Para la compañía, ese fue uno de los primeros pasos para asegurar que los clientes pudieran acceder a una variedad de opciones de reabastecimiento de combustible en las próximas décadas.