Aranceles de la UE a vehículos eléctricos chinos entran en vigencia

Los aranceles aprobados por la Unión Europea de hasta el 35,3% a la importación de vehículos eléctricos procedentes de China entraron en vigor, tras su publicación este martes en el Diario Oficial de la Unión Europea.

Según la agencia EFE, el Ejecutivo comunitario aplicará un arancel del 35,3% al fabricante chino SAIC (MG y Maxus, entre otras marcas), del 18.8% a Geely y del 17% a BYD, durante un máximo de cinco años.

La medida también afectará a las empresas occidentales que producen en China, como por ejemplo la estadounidense Tesla, a quien se va a aplicar un arancel del 7,8%, mientras que a otras que han cooperado con la comisión en la investigación que ha llevado a cabo antes de aprobar los aranceles se les impone una tasa del 20,7%.

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Argumentos

«Celebramos la competencia, incluso en el sector de los vehículos eléctricos, pero debe estar sustentada en la justicia y la igualdad de condiciones«, dijo el vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis.

La Unión Europea da este paso porque considera que, pese a la división que genera entre los Veintisiete, recibió el apoyo suficiente en la votación que los gobiernos de la Unión Europea celebraron a principios de mes.

En esa votación, cinco países se opusieron a la aplicación de los aranceles (entre ellos Alemania), 10 los apoyaron y 12 se abstuvieron (España fue uno de ellos).

Paralelamente, continuaron los contactos políticos de alto nivel entre la comisión y el gobierno chino, así como otras reuniones técnicas para tratar de encontrar una solución.

Dombrovskis y el ministro de Comercio de China, Wang Wentao, mantuvieron una conversación por videoconferencia el viernes pasado en la que acordaron seguir negociando un posible aumento de los precios de las exportaciones de vehículos eléctricos a la Unión Europea.

Fuentes comunitarias apuntaron a la posibilidad de que las autoridades europeas viajen a China «cuando el momento sea oportuno» para seguir las conversaciones.

La Unión Europea, no obstante, quiere negociar al mismo tiempo el precio mínimo de exportación con cada una de las empresas individualmente, no hacerlo únicamente con la intermediación de las autoridades chinas y asegura que Beijing no permite el contacto directo con las compañías.