La infraestructura de carga de vehículos eléctricos es un tema central para el desarrollo de la electromovilidad en México. A pesar de que el país se ha destacado como un gran productor de vehículos, la expansión de la red de cargadores enfrenta ciertos retos.
Ante ello, Latam Mobility & Net Zero: México 2024 llegó al país bajo una nueva edición con el objetivo de brindar una visión y plataforma que conduzca hacia una mayor adopción de vehículos eléctricos.
Así, Jary Guerra, Director of Sales Latin America NA de Autel, Patricia Baires, Business Development Latin America Manager de Blink Charging, Javier Nova, Industry Segment Leader eMobility de Hitachi Energy y Gonzalo Gómez Rivera, gerente de desarrollo de negocio EV de Huawei Digital Power México, se citaron en el Word Trade Center de la Ciudad de México para debatir acerca del tema, bajo la moderación de Andrés García, director de movilidad de Invest in Latam.
Estado actual de la infraestructura de carga
En la actualidad, México está avanzando en la creación de estaciones de carga, pero con un crecimiento que no ha ido completamente a la par de la demanda de vehículos eléctricos.
«Aunque la oferta de autos eléctricos ha crecido notablemente en el país, la infraestructura de carga ha quedado rezagada, principalmente a la falta de una planeación integrada que coordine la instalación de puntos de carga con la entrada de nuevos vehículos al mercado», puntualizó Javier Nova de Hitachi Energy.
Por otro lado, Autel y Blink, dos empresas que desarrollan tecnologías de carga, comentaron que uno de los mayores desafíos es la falta de objetivos claros y reglamentación sobre cuántos cargadores deberían instalarse y cada cuántos kilómetros.
«El crecimiento y la adaptación del vehículo eléctrico ha sido superior a la infraestructura, algo no exclusivo de México, pues también lo he visto en la región y en Estados Unidos. Por experiencia, debemos enforcarnos en este apartado para impulsar el desarrollo, siendo importante la potencia de la energía», dijo Jary Guerra de Autel.
Sin una guía precisa, el desarrollo de la infraestructura se ve fragmentado y desigual, afectando la confianza de los consumidores para hacer la transición hacia los vehículo eléctricos.
«Tres años atrás todavía nos preguntábamos qué era primero: las estaciones de recarga o los vehículos. Realmente, no contamos con un importante crecimiento en la infraestructura, y esto podría derivar en una contracción en el crecimiento de la adopción de vehículos eléctricos», aseguró Baires.
Desafíos en el desarrollo de la infraestructura de carga
Uno de los problemas identificados por los expertos es la falta de inversión y de políticas gubernamentales robustas que aceleren la instalación de cargadores públicos y privados.
«La infraestructura no es solo la instalación de cargadores, sino también la integración de sistemas de almacenamiento de energía y la mejora de la red eléctrica, esencial para asegurar que sea sostenible y esté alineada con los objetivos de descarbonización», comentó Gonzalo Gómez de Huawei.
Otro factor es la geografía. México es un país extenso con zonas urbanas densamente pobladas, como la Ciudad de México, y regiones rurales más dispersas. La instalación de cargadores debe contemplar esta diversidad, ya que no se puede simplemente replicar modelos de otros países sin adaptarlos a la realidad mexicana.
Oportunidades y perspectivas futuras
A pesar de los retos, el futuro de la infraestructura de carga en México es prometedor. Las empresas como Autel y Blink ya están trabajando activamente en el desarrollo de nuevas soluciones de carga.
Blink, por ejemplo, ya opera en más de 32 países y planea expandir su red de cargadores en México, con tecnología avanzada y software propio que permite gestionar de manera eficiente la operación de los cargadores.
Huawei, por su parte, está enfocada en aprovechar su experiencia en sistemas de telecomunicaciones y electrónica de potencia para impulsar la transición hacia la electromovilidad.
Además, existe una oportunidad para que México se convierta en un líder regional en la manufactura de tecnologías relacionadas con la electromovilidad.
Como señaló Andrés García, el país ya ha demostrado su capacidad como uno de los mayores productores automotrices del mundo, y ahora tiene la posibilidad de replicar este éxito en el ámbito de los vehículos eléctricos.