La descarbonización del transporte público al sur del continente figuró como tema durante el «Latam Mobility & Net Zero: Cono Sur 2024«, un panel llevado a cabo bajo la moderación de Andrés Jaramillo, CEO de VG Mobility.
Jaramillo, fungió como guía para una nutrida conversación ante Orlando Meneses, Head of e-City Chile de Enel X, Hernán Berríos, CEO de Transdev Chile, Marcela Munizaga, vicepresidente del Directorio Metro S.A., Cristian Navas Duk, especialista senior de la División de Transporte del BID, y Sofía Zarama, consultora de Zarama Valenzuela Consultores.
Avances en electrificación
La electrificación del transporte pesado ha sido un tema en la región durante la última década, con los primeros pasos dados en Colombia, Brasil y Chile alrededor de 2010, cuando se realizaron las primeras pruebas con buses eléctricos.
«Indudablemente, la electrificación del transporte público trae un beneficio que es la mitigación del cambio climático la reducción de CO2, y a diferencia de la implementación de otras tecnologías permite contar con buses de cero emisiones. Ese es un beneficio muy importante a tener presente, el cual marca la diferencia respecto a otras alternativas eh tecnológicas», argumentó Zarama.
A pesar de los desafíos iniciales y la necesidad de infraestructuras adecuadas, estos esfuerzos han evolucionado significativamente. Hoy en día, los costos han disminuido notablemente y las licitaciones de transporte público en Santiago han demostrado la competitividad de los vehículos eléctricos sobre los tradicionales de diésel.
«En Santiago hemos logrado una solución competitiva y así se ha demostrado en las últimas licitaciones en la anterior donde donde se propuso a los operadores que podían elegir entre de diesel y eléctrico: ganó por mucho el eléctrico y hoy día solo pueden postular bajo esta modalidad», aseguró Meneses.
Así, la importancia de considerar el «Total Cost of Ownership» (TCO) bajo el costo inicial, costos operativos y de mantenimiento a largo plazo, pues con ello se busca derivar en soluciones más económicas y sostenibles en la región.
Además, la colaboración entre los operadores de transporte y los proveedores de tecnología ha sido fundamental para superar desafíos prácticos, como la autonomía de los buses y la infraestructura de carga.
«Nosotros vemos en general que la electrificación es un tema importante pero el transporte público desde la perspectiva de la neutralidad en carbono juega juega un rol muy relevante también no solo a partir de la electrificación sino como medio más eficiente para transportar a las personas. En ese sentido, el desafío es ver cómo la electrificación se hace cargo, quizás, de potenciar esos servicios de transporte público y hacerlos más eficientes y sostenibles económicamente», señaló Navas Duk.
Desafíos y oportunidades
Aunque la electrificación del transporte ha mostrado buenos resultados en varios países de la región, hay un desafío significativo en cuanto a la preparación de las empresas para enfrentar estos cambios.
En países donde la infraestructura y la capacidad empresarial son limitadas, otras soluciones como biocombustibles y combustibles sintéticos podrían ofrecer alternativas viables.
Sin embargo, estas organizaciones participantes en el Latam Mobility siguen promoviendo la electrificación debido a su impacto positivo en la eficiencia y sostenibilidad del transporte público.
Por otro lado, se conversó sobre la perspectiva acerca de la experiencia del Metro en Santiago, que ha operado con energía eléctrica durante 50 años. El metro ha avanzado en la implementación de energía limpia y la integración de vehículos autónomos.
«El metro es un modo de electromovilidad, se mueve con con energía eléctrica. Llevamos 50 años haciendo electromovilidad en en las nuevas líneas además con vehículos autónomos. Desde hace uno o dos años tenemos 100% de nuestra energía certificada como energía limpia. Por otro lado, avanzamos en econtinuar la expansión de la red con proyectos muy desafiantes como la construcción de la la línea 7, mientras trabajamos en el diseño de la línea 8», enfatizó Munizaga.
Ante ello, resulta importante ver el transporte público como un sistema global integrado y no solo individualizado, para maximizar los beneficios de la descarbonización.
Innovaciones y futuro
Una de las áreas mencionadas durante el panel fue la necesidad de innovar en la infraestructura de carga, como por ejemplo soluciones como la carga nocturna y el uso compartido de patios de carga para optimizar la utilización de la infraestructura.
Por otro lado, el transporte público enfrenta el reto de aumentar su participación en el mercado frente a otras opciones de transporte menos sostenibles. Medidas de impuestos al carbono y tarificación por congestión podrían ser necesarias para fomentar el uso del transporte público y reducir las emisiones.
Así, la descarbonización del transporte pesado en el Cono Sur es un proceso complejo que requiere la colaboración entre gobiernos, empresas y ciudadanos. Allí, juega un papel fundamental Latam Mobility tras juntar a todos los actores posibles con el fin de trabajar en la sostenibilidad a largo corto, mediano y largo plazo.
«Tenemos operación en varias partes del mundo y probamos distintas tecnologías hidrógeno biocombustible. En uno de los estudios que hicimos en Francia, se reveló que la electromovilidad en sí es la que genera los mayores ahorros de la de huella de carbono frente al 44% menos que el hidrógeno, 32% menos que que los biocombustibles y 84%r menos que el diésel» dijo Berríos.
Las lecciones aprendidas y las experiencias compartidas entre los participantes ofrecen una hoja de ruta valiosa para enfrentar los desafíos futuros y avanzar hacia un transporte más limpio y eficiente en la región.