China está liderando la carrera hacia la electrificación del transporte con una estrategia con agresivos precios, subsidios e inversiones masivas, pues matriculó el 60% de los vehículos eléctricos en 2023, según un informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
Esta cifra coloca a China muy por delante de Europa, que alcanzó el 25%, y Estados Unidos, con el 10%. Así, la transformación hacia vehículos eléctricos se vuelve un actor clave para combatir la crisis climática y reducir la dependencia de los combustibles fósiles.
Ante ello, China ha abrazado esta visión, adoptando medidas audaces para impulsar la adopción de vehículos eléctricos en su mercado interno y establecerse como un líder mundial en esta industria en rápida evolución.
Contenido relacionado: Tecnología china es clave para el posicionamiento de Chile en electromovilidad
La estrategia en China
Las empresas chinas han logrado reducir significativamente los costos de producción de vehículos eléctricos, haciendo que puedan ofrecer precios más competitivos en comparación con los vehículos tradicionales con motor de combustión interna.
Esta política de precios asequibles ha hecho que los vehículos eléctricos sean una opción atractiva para un segmento más amplio de consumidores, impulsando así su adopción a gran escala.
Además de los precios bajos, el gobierno chino ha implementado subsidios para fomentar la compra de vehículos eléctricos, fundamentales para hacer que los vehículos eléctricos sean más accesibles para los consumidores.
Por otro lado, la fuerte inversión en infraestructura de carga ha derivado en un despliegue masivo de estaciones de carga en todo el país, abordando una de las principales preocupaciones de los consumidores: la falta de infraestructura de carga conveniente y accesible.
Esta inversión proactiva no solo ha eliminado una barrera importante para la adopción de vehículos eléctricos, sino que también ha sentado las bases para un ecosistema de movilidad eléctrica robusto y sostenible en China.