La Comisión Europea anunció un giro relevante en su política de movilidad limpia al proponer la eliminación del requisito de una reducción del 100% de las emisiones de CO2 para los nuevos automóviles y furgonetas a partir de 2035.
La medida, presentada dentro del nuevo “Automotive Package”, forma parte de una estrategia más amplia para aliviar ciertas exigencias industriales vinculadas a la sostenibilidad, sin abandonar los compromisos climáticos de la Unión Europea.
También te puede interesar | BYD consolida su ascenso en Brasil: se convierte en una de las marcas más vendidas
Del “cero emisiones” al 90%
De acuerdo con la propuesta, los fabricantes de vehículos deberán alcanzar una reducción del 90% de las emisiones de escape en 2035, en lugar del objetivo previamente establecido de emisiones cero.
El 10% restante podría compensarse mediante el uso de acero de bajo carbono producido en la Unión Europea, así como a través de combustibles alternativos como los e-fuels y los biocombustibles.
Este cambio amplía el abanico de tecnologías permitidas para cumplir los objetivos climáticos, manteniendo en juego no solo los vehículos 100% eléctricos y de hidrógeno, sino también híbridos, híbridos enchufables, vehículos con extensores de autonomía e incluso motores de combustión interna, siempre que cumplan con los nuevos criterios de reducción y compensación de emisiones.
La exigencia original de emisiones cero para 2035 fue adoptada en 2023 como parte del marco regulatorio de movilidad limpia de la UE, integrado en la estrategia “Fit for 55”, cuyo objetivo es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en 55% para 2030 respecto a los niveles de 1990.
Además del horizonte de 2035, la normativa vigente estableció metas intermedias para 2030: una reducción del 55% de las emisiones de CO2 para los nuevos automóviles y del 50% para las nuevas furgonetas, tomando como referencia los niveles de 2021.
Estos objetivos siguen siendo un pilar central de la política climática europea, aunque ahora se proponen ajustes específicos para ciertos segmentos del mercado.

Presiones industriales y cambios en el escenario
Durante los últimos años, los fabricantes de automóviles han advertido que la adopción de vehículos eléctricos ha avanzado más lentamente de lo previsto, especialmente en algunos mercados y segmentos.
A ello se suma un cambio significativo en el contexto internacional, marcado por una reorientación de la política estadounidense bajo la administración Trump, con menor énfasis en el impulso directo a la electrificación del transporte.
En este escenario, la Comisión Europea ha buscado equilibrar los objetivos climáticos con la competitividad industrial. La revisión de las normas se enmarca dentro del “Competitiveness Compass”, la hoja de ruta lanzada por la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, que contempla un plan de acción industrial específico para el sector automotriz.
Al presentar el nuevo paquete, Ursula von der Leyen subrayó que la propuesta responde a un proceso de diálogo intenso con la industria automotriz, la sociedad civil y otros actores clave.
Según la presidenta de la Comisión, la Unión Europea busca abordar simultáneamente la innovación tecnológica, la movilidad limpia y la competitividad, en un contexto en el que la transformación tecnológica y las tensiones geopolíticas están redefiniendo la competencia global.
Desde Bruselas se insiste en que Europa pretende mantenerse a la vanguardia de la transición limpia a nivel mundial, ajustando los instrumentos regulatorios para que sean viables desde el punto de vista económico e industrial.
Cambios adicionales para 2030
El Automotive Package no se limita al objetivo de 2035. Entre las propuestas destaca la reducción del objetivo de recorte de emisiones para las nuevas furgonetas en 2030, que pasaría del 50% al 40%.
La Comisión justifica este ajuste por los “desafíos estructurales a corto plazo” que enfrenta la adopción de furgonetas eléctricas, especialmente en sectores comerciales y logísticos.
Asimismo, se introduce un mecanismo de “banking and borrowing” para los fabricantes de automóviles en relación con los objetivos de 2030, que permitiría compensar un incumplimiento puntual en un año con un sobrecumplimiento en otro, dentro del periodo comprendido entre 2030 y 2032, otorgando mayor flexibilidad en la planificación industrial.
El paquete también propone establecer objetivos obligatorios para los Estados miembros en cuanto a la proporción de vehículos de cero y bajas emisiones en las nuevas matriculaciones de flotas corporativas de grandes empresas a partir de 2030, para acelerar la renovación y crear un mercado más dinámico para tecnologías limpias.
En paralelo, la Comisión anunció la creación de un “Battery Booster” por valor de 1.800 millones de euros, destinado a acelerar el desarrollo de baterías producidas en la Unión Europea.
De este monto, 1.500 millones de euros se canalizarán como préstamos sin intereses para apoyar a los fabricantes europeos de celdas de batería, un sector considerado estratégico para la autonomía industrial y la competitividad del bloque.

Reacción de la industria
Las asociaciones del sector recibieron positivamente el anuncio. La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) calificó el paquete como un primer paso hacia una senda más pragmática y flexible, capaz de alinear la descarbonización con los objetivos de competitividad y resiliencia industrial.
Sigrid de Vries, directora general de ACEA, destacó que las propuestas reconocen la necesidad de mayor flexibilidad y neutralidad tecnológica para que la transición verde sea un éxito, subrayando que se trata de un cambio significativo respecto al marco legal vigente.
Con este giro regulatorio, la Unión Europea busca redefinir el equilibrio entre la ambición climática y la realidad industrial del sector automotriz.
La propuesta abre un debate clave sobre el ritmo y los medios de la transición hacia una movilidad baja en carbono, en un momento en el que la competencia global, la innovación tecnológica y la seguridad industrial se han convertido en factores tan determinantes como los objetivos ambientales.

Latam Mobility 2026, impulsando la transformación
Latam Mobility inicia en 2026 una nueva gira de encuentros que reunirá a líderes del sector público y privado, empresas tecnológicas, fabricantes, operadores de transporte y expertos en sostenibilidad.
Desde México hasta Santiago de Chile, pasando por São Paulo y Medellín, estos summits serán el punto de encuentro más importante de la región para debatir, aprender y construir soluciones en torno a la movilidad eléctrica, las bajas emisiones y la innovación urbana.
Cada evento ofrecerá un espacio único para analizar los avances en infraestructura de carga, gestión de flotas eléctricas, logística de última milla y desarrollo de smart cities, con el respaldo de un ecosistema cada vez más robusto de partners estratégicos y aliados internacionales.
La gira 2026 promete no solo contenido de alto nivel, sino también una plataforma ideal para impulsar alianzas de negocio, intercambio de experiencias y colaboración multisectorial.
Con un enfoque que combina tecnología, sostenibilidad y visión de futuro, Latam Mobility 2026 invita a todos los actores de la cadena de valor a participar en este recorrido que marcará la agenda regional de la movilidad limpia. Únete a los encuentros en México, São Paulo, Medellín, Santiago y Ciudad de México y sé parte del movimiento que acelera la transformación energética y urbana de América Latina.
Para más información, clic aquí



