Chile abrió sus puertas a Latam Mobility, una vez más, para recibir otro encuentro de alto calibre que busca potenciar la movilidad sostenible, infraestructura de carga y todas aquellas estrategias en pro de la descarbonización de los sistemas de movilidad.
Así, Santiago de Chile fue testigo de cómo el Latam Mobility & NetZero Conosur 2024 dejó su huella, nuevamente, en la organización de un debate rico en diversas perspectivas, donde uno de los temas a tratar fue el «Desarrollo actual y futuro de la infraestructura de carga en el Cono Sur».
Allí, Andrés García, director de movilidad de Invest in Latam, guió una nutrida conversación en compañía de Sebastián Luque, CEO & Founder de Enerlink, Jary Guerra, Director of Sales Latin America NA de Autel, Ana Luiza Berti, Head Comercial Brasil e LATAM de Voltbras y Rodrigo Rojas, Business Developer LATAM & Eastern de Vega Chargers.
Infraestructura de carga al detalle
La conversación abordó el desafío de la infraestructura de carga para vehículos eléctricos en Chile, destacando la problemática de la diversidad de conectores y estándares de carga. En general, los ponentes señalaron que la falta de un estándar único complica la creación de una infraestructura eficiente, y que una estandarización facilitaría la instalación y el aprovechamiento de las estaciones de carga.
Además, se discutieron los desafíos regulatorios y logísticos (disponibilidad de capacidad eléctrica en los lugares de instalación y la burocracia) para aumentar dicha capacidad.
También, mencionaron la necesidad de planificación anticipada para evitar retrasos y la importancia de seleccionar un estándar de carga uniforme dentro de las flotas de vehículos.
Otro aspecto debatido fue la disponibilidad de cargadores rápidos y cómo la falta de stock puede afectar los proyectos. Por otro lado, distribución de energía es un problema global en América Latina y en general, demandando soluciones creativas para abastecer de energía a las estaciones de carga.
Desafíos y soluciones
Los desafíos y soluciones para la implementación de la electromovilidad en la infraestructura de carga pasan por la conectividad en áreas remotas, la necesidad de seguridad jurídica y regulatoria para incentivar la inversión, y la interoperabilidad de los sistemas de carga.
La importancia de una planificación adecuada y la colaboración entre proveedores de software, hardware, y el gobierno, junto a la necesidad de regular los estándares de carga y los métodos de pago para facilitar el uso de vehículos eléctricos.
Desde la perspectiva empresarial, es importante diseñar infraestructuras escalables y flexibles para adaptarse al crecimiento de flotas eléctricas. Además, en la conversación se planteó la posibilidad de compartir infraestructuras entre diferentes operadores para optimizar los recursos.
Finalmente, se reconoció que la transición hacia la movilidad sostenible (más allá de la electromovilidad) requiere políticas públicas robustas junto a la formación de profesionales capacitados que puedan innovar y adaptarse a los nuevos desafíos.
Todo esto deja a Chile, que aunque enfrenta estos desafíos, es considerado un ejemplo positivo en la región por su avance en la regulación de la infraestructura de carga, siendo un modelo para otros países de la región.