Alianzas entre los sectores público y privado, aunado a grandes inversiones por parte de fabricantes reconocidos de la industria automotriz han impulsado la transición hacia vehículos eléctricos en Brasil.
Las ventas de camiones y autobuses eléctricos y de gas natural comprimido se incrementaron de unas pocas docenas en 2020 a 408 en 2021 y 1.004 en noviembre de 2022.
Solo en enero de 2023, la Asociación Brasileña de Vehículos Eléctricos (ABVE) informó que se registraron cifras históricas en la matriculación de coches electrificados con más de 4.000.
El panorama luce aún más alentador luego del más reciente informe publicado por la Empresa Federal de Investigación de Energía, la cual apunta que el país amazónico superará el millón de vehículos eléctricos híbridos y a batería en 2030.
En cuanto a los camiones, se proyecta una penetración gradual de unidades eléctricas, híbridas y a gas natural durante la próxima década. Este movimiento se ha intensificado en los últimos años, como resultado de la mayor movilización de empresas y gobiernos en estrategias e iniciativas de sostenibilidad.
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Avances y retos
El estudio señala que la electrificación de vehículos se ha incrementado debido a los incentivos estatales y municipales, así como la exención de restricciones vehiculares y descuentos de impuestos.
Además, la política nacional de movilidad urbana ha llevado a la creación de planes que implican reducciones de emisiones y contaminantes.
Adicionalmente, algunos municipios que ingresan a la alianza C40, que agrupa a casi 100 ciudades líderes en el mundo que colaboran para enfrentar la crisis climática, pueden acelerar la implementación de políticas para reducir las emisiones.
No todo es positivo, puesto que en la investigación apunta que Brasil podría adoptar tardíamente los vehículos eléctricos, porque es productor de petróleo, con capacidad para producir combustibles renovables, y un parque industrial capaz de desarrollar tecnologías locales, como ocurrió con los vehículos de combustible flexible (gasolina/etanol).
Aspectos relacionados con la asequibilidad, además de la falta de infraestructura, como estaciones de recarga, y de mano de obra calificada constituyen obstáculos importantes para la masificación de la electromovilidad.