FORD concreta alianzas clave para liderar electromovilidad mundial en el corto plazo

Coches eléctricos de alta tecnología que cuenten con gran autonomía y un suministro estable de baterías y microchips, forman parte fundamental del ecosistema de la movilidad eléctrica. Es por ello que fabricantes, decididos a apostar por la transición energética, realizan movimientos e inversiones importantes para liderar el mercado de la nueva era.

Una de las marcas que persigue seguir a la vanguardia de la industria automotriz es FORD, firma que ha anunciado una serie de asociaciones clave para ajustar las piezas que hacen falta en sus objetivos de descarbonización.

La compañía estadounidense firmó acuerdos con el fabricante chino de celdas de energía CATL y el gigante minero australiano Rio Tinto, las cuales se enfocarán en el abastecimiento de baterías y materias primas.

¿Qué harán los aliados?

FORD específicó las funciones que cubrirá cada partner en medio de la asociación. CATL proporcionará paquetes de baterías LFP completos para los crossovers Mustang Mach-E para Norteamérica a partir del próximo año, así como para las camionetas F-150 Lightning a principios de 2024.

También están trabajando con LG Energy Solution y su socio de baterías SK Innovation. En ese sentido, FORD dijo que ya ha obtenido alrededor del 70% de la capacidad de células de batería que necesita para alcanzar su tasa de producción anual de más de 2 millones a finales de 2026.

Además, a través de Río Tinto, el fabricante norteamericano ha cerrado acuerdos para el litio explorando un acuerdo significativo de compra de este elemento, proveniente del proyecto Rincón de la compañía minera en Argentina.

Estrategia macro

Estos movimientos forman parte de la estrategia de FORD, con la cual pretende que su producción anual de vehículos eléctricos alcance las 600.000 unidades para finales de 2023 y más de 2 millones a finales de 2026. La compañía señaló que espera que la tasa de crecimiento por año de los coches electrificados supere el 90% hasta 2026, lo que supone más del doble de lo previsto en la industria.

Como parte de su impulso para aumentar la capacidad, Ford dijo que está añadiendo a su cartera la química de células de fosfato de hierro y litio (LFP) para las baterías de los vehículos eléctricos, junto con el níquel-cobalto-manganeso (NCM).