General Motors en México mantiene su compromiso con el país, a pesar del anuncio de reestructuración y el traslado de parte de su producción a Estados Unidos a partir de 2027.
La compañía automotriz, una de las más relevantes del sector, aseguró que sus cuatro plantas ubicadas en Ramos Arizpe, Silao, San Luis Potosí y Toluca seguirán operando con normalidad, sin previsión de cierres ni despidos.
Este anuncio se dio luego de que GM confirmara que los modelos Chevrolet Blazer y Chevrolet Equinox serán ensamblados en Tennessee y Kansas, respectivamente, como parte de una inversión de $4.000 millones de dólares en territorio estadounidense.
Aun así, la permanencia de General Motors en México está garantizada, según expresó la empresa en un comunicado oficial.
General Motors en México: parte clave de la estrategia de manufactura
La compañía automotriz destacó que México sigue siendo un eje fundamental en su cadena de manufactura en Norteamérica. Las plantas en territorio mexicano forman parte de una estrategia flexible que le permite a GM mantener competitividad global, incluso en contextos de presión política o comercial, como los que se viven actualmente con la política arancelaria estadounidense.
La ratificación de operaciones se da en medio de rumores sobre el impacto de las decisiones de reubicación, lo cual fue aclarado también por el secretario de Economía de México, Marcelo Ebrard, quien informó haber recibido una llamada directa de la compañía para confirmar la continuidad laboral y operativa en México.
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Implicaciones para la industria automotriz en México
General Motors en México representa una pieza esencial para la estabilidad y crecimiento del sector automotriz nacional. La empresa emplea a miles de personas y genera encadenamientos productivos que impactan positiva y directamente en el desarrollo regional de estados como Coahuila, Guanajuato y San Luis Potosí.
Si bien el traslado de dos modelos a Estados Unidos podría implicar un ajuste en la producción, la empresa ha reiterado que no hay planes de reducción de personal o cierre de plantas, desmarcándose del contexto que llevó recientemente a Michelin a anunciar el cierre de su planta en Querétaro.
Con ello, GM busca mantener su presencia como actor clave en la transformación industrial y energética de México, con miras a consolidarse también en el marco de la movilidad sostenible, la eficiencia operativa y el nearshoring.
Un entorno desafiante y nuevas oportunidades
El contexto global presenta desafíos, pero también oportunidades para reforzar la posición de General Motors en México. A medida que el país avanza en infraestructura energética, acuerdos de libre comercio y digitalización industrial, las inversiones y el respaldo de grandes firmas manufactureras serán fundamentales para consolidar a México como hub automotriz en América Latina.
A pesar del traslado parcial de la producción, la continuidad operativa en México envía un mensaje de estabilidad a los proveedores, empleados y gobiernos locales, asegurando que el país sigue siendo un destino atractivo para la industria automotriz internacional.
