Los compromisos de Brasil en el contexto de la COP 26 buscan reducir las emisiones globales de CO2 en 50% para 2030 y abarcan diversos sectores de la economía, siendo de carácter amplio.
En este contexto, la electromovilidad emerge como factor clave para cumplir los objetivos asumidos, dados los efectos positivos de un cambio de paradigma en el transporte público, el transporte urbano de mercancías y la creciente adopción de vehículos de pasajeros electrificados.
Ante ello, ABVE asegura que en consonancia con el fomento de proyectos ESG, se observa una tendencia mundial hacia el uso de energías limpias y renovables, así como la sustitución de flotas de vehículos impulsados por combustibles fósiles por aquellos con tracción eléctrica.
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ABVE: Accionar de Brasil
Mientras otros países se preparan para el gran cambio, Brasil debe actuar y adaptar sus entidades operadoras de transporte y su parque industrial a la introducción de vehículos electrificados, importante para satisfacer el mercado interno como para evitar el aislamiento de otras naciones. lo cual limitaría la capacidad exportadora brasileña, incluso hacia mercados cercanos.
Esto hace que en Brasil, la electromovilidad también esté progresando, aunque a un ritmo más lento que en otros países. Este es el desafío: acelerar la transición hacia un transporte limpio y sostenible.
Finalmente, el crecimiento de los vehículos electrificados en Brasil sigue una curva ascendente sólida e irreversible, en contraste con el estancamiento o la retracción de las ventas internas en general durante los últimos tres años.