Diversos objetivos en movilidad sostenible se han trazado de cara al 2030 y 2050 en Colombia y gran parte del mundo. Reducir las emisiones de carbono se ha convertido en un reto que involucra diversos sectores, siendo uno de los pasos iniciales adquirir un vehículo híbrido o eléctrico.
De esta forma, con respecto a desafíos relacionados con la infraestructura eléctrica, Celsia se centra en la escalabilidad, necesidad cada vez más evidente en el contexto actual de creciente adopción de vehículos eléctricos.
Así, uno de los principales retos que enfrentan es cómo adaptar las redes de distribución en entornos residenciales, donde la llegada de múltiples vehículos eléctricos exige una mayor capacidad de estas redes.
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La preocupación principal radica en asegurar que estas infraestructuras sean capaces de soportar el aumento en la demanda de energía, evitando posibles sobrecargas o fallos.
Crecimiento
El crecimiento de la movilidad eléctrica plantea desafíos significativos en el ámbito del transporte masivo, pues este sector también requiere soluciones escalables que permitan un suministro energético robusto y confiable para soportar una mayor cantidad de vehículos eléctricos en circulación.
Allí, Celsia destaca la necesidad de una planificación estratégica que considere el incremento de la demanda en zonas residenciales y sistemas de transporte más amplios, factores abarcados por la compañía de manera oportuna y eficiente.
Finalmente, Celsia reconoce que la transición hacia una mayor electrificación, impulsada por la proliferación de vehículos eléctricos, exige un replanteamiento de las redes de distribución eléctrica, abordando las necesidades actuales y anticipando futuros aumentos en la demanda.
La clave, según la perspectiva de la compañía, reside en desarrollar soluciones escalables que permitan una expansión ordenada y eficiente de la infraestructura, garantizando así un suministro energético confiable en todos los niveles.
