Porsche, en colaboración con el astillero Frauscher, desarrolló el Frauscher ×Porsche 850 Fantom Air, una innovadora lancha deportiva eléctrica que tiene el potencial de revolucionar toda una industria.
Jörg Kerner, responsable de la serie Macan en Porsche, probó el acelerador y el potente par del motor eléctrico de la embarcación. El Frauscher × Porsche 850 Fantom Air se desliza casi horizontalmente sobre las aguas del lago italiano de Garda.
“Conseguimos esta calidad de conducción única colocando el propulsor y las baterías en la parte baja del casco», explicó Kerner.
«Lo que más me sorprendió fue el sonido de fondo, natural y de alta calidad», dice Kerner, demostrando maniobras de giro que los barcos convencionales nunca podrían realizar.
Potencia sin ruido
Kerner destaca que la lancha cuenta con una reducción del torque en los giros para mantener un control cómodo. “El empuje de alta precisión y la posición estable también son perfectos para el esquí acuático y el wakeboard”.
«Este deporte no era posible con las pequeñas embarcaciones eléctricas disponibles anteriormente. Pero ahora sí, y sin olor a tubo de escape», señaló el ejecutivo.
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La embarcación mide algo más de dos metros y medio de ancho y unos ocho metros y medio de proa a popa. «La longitud es algo bueno», dice Kerner. “Esto no sólo se aplica a las embarcaciones, sino también a los vehículos equipados con una mayor distancia entre ejes para conseguir más estabilidad y espacio».
El eFantom tiene capacidad para nueve personas. Se está preparando una primera edición limitada a 25 unidades que pueden reservarse a través de Frauscher, y estarán disponibles en 2024.
Visionarios
La idea nació en la primavera de 2021 en una reunión con Oliver Blume, presidente del Consejo Ejecutivo de Porsche. La marca alemana aspira a ser una empresa pionera en movilidad sostenible para vehículos de competición, automóviles de carreteras, y mucho más allá.
El Consejo de Dirección de Porsche inició un nuevo proyecto y nombró a Philip Ruckert director del proyecto «eBoot» («embarcación eléctrica»).
Junto con Porsche Engineering, se puso la primera piedra técnica. Apenas un año después, se tomó la decisión de integrar el proyecto en la serie Macan y prepararlo para la producción en serie. Desde el principio, Ruckert se puso en contacto con el prestigioso astillero Frauscher de Ohlsdorf (Austria).