Renault impulsa la movilidad sostenible con 1.000 kilómetros de autonomía en el Emblème

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Renault redefine el concepto de movilidad sostenible con la presentación del Renault Emblème, un innovador vehículo que logra una autonomía de 1.000 kilómetros gracias a su avanzada combinación de motor eléctrico y pila de hidrógeno.

Esta revolución tecnológica marca un hito en la industria automotriz, proporcionando una solución viable para eliminar las limitaciones de autonomía que enfrentan los vehículos eléctricos tradicionales.

El Renault Emblème está equipado con un motor eléctrico de 160 kW y una batería NMC (Níquel-Manganeso-Cobalto) de 40 kWh, que trabaja en conjunto con una pila de combustible de 30 kW impulsada por hidrógeno bajo en carbono.

Esta innovadora configuración permite que el vehículo alcance una autonomía de hasta 1.000 kilómetros con una sola recarga.

Lo más impresionante es que el repostaje de hidrógeno se realiza en menos de cinco minutos, resolviendo uno de los mayores desafíos en la adopción de vehículos sostenibles: los tiempos prolongados de carga.

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Tecnología detrás del alcance excepcional

En el uso diario, el Emblème funciona como un vehículo eléctrico puro, aprovechando tecnologías como la frenada regenerativa y un techo solar de tres metros cuadrados, capaz de generar hasta 150 kW. Esta combinación de fuentes de energía garantiza un rendimiento óptimo en largas distancias, sin comprometer la sostenibilidad.

La pila de combustible de 30 kW instalada en el Emblème utiliza hidrógeno bajo en carbono, producido a través de procesos renovables. Esto complementa la batería eléctrica, que se recarga tanto en enchufes convencionales como mediante la captura de energía solar.

Además, el sistema de gestión energética asegura una distribución eficiente entre las dos fuentes, maximizando la autonomía y minimizando el consumo de recursos.

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La capacidad de recorrer 1.000 kilómetros convierte al Renault Emblème en una opción ideal para viajes largos y usos intensivos, destacándose frente a otros vehículos eléctricos que actualmente ofrecen autonomías inferiores.

Este avance elimina las preocupaciones sobre la carga frecuente y abre nuevas posibilidades para la adopción de tecnologías limpias en mercados globales.

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Impacto ambiental transformador

Renault diseñó el Emblème para reducir su huella de carbono en 90% durante todo su ciclo de vida. En comparación con un vehículo de gasolina convencional, que emite 50 toneladas de CO2 en 15 años, el Emblème limita sus emisiones a solo cinco toneladas en el mismo período.

Este logro es posible gracias al uso de 50% de materiales reciclados en su construcción y un proceso de fabricación con 70% menos de emisiones de carbono.

Además, más del 90% de los componentes del Emblème serán reciclables al final de su vida útil, consolidando su posición como un modelo pionero en sostenibilidad.

Por otra parte, Renault equipó el Emblème con una serie de innovaciones tecnológicas que contribuyen al rendimiento y comodidad del vehículo, incluyendo retrovisores con cámaras, llantas ultraligeras y materiales interiores fabricados con fibras naturales como la piña.

Su diseño tipo shooting brake combina funcionalidad y elegancia, mientras que su pantalla curva panorámica de 1,2 metros con resolución 8K brinda una experiencia de conducción futurista.

Renault planea utilizar las tecnologías del Emblème para desarrollar modelos de producción que podrían llegar al mercado en 2035, como parte de su estrategia para alcanzar la neutralidad de carbono en Europa para 2040 y a nivel global para 2050.

“El Emblème no solo redefine la autonomía, sino también lo que entendemos por movilidad sostenible. Este concepto es nuestra respuesta a los desafíos del mañana: libertad, eficiencia y responsabilidad ambiental”

Fabrice Cambolive, CEO de Renault