Según Toyota, se anticipa un aumento en las demandas de reciclaje de baterías de modelos de la marca en los próximos años, a medida que más vehículos electrificados, como los modelos Prius de primera generación introducidos hace más de dos décadas, alcancen el final de su vida útil.
Dado que una considerable porción de la flota de vehículos electrificados retirados de Toyota se encuentra en California, la instalación de reciclaje de Redwood en Nevada respaldará la cadena de suministro de Toyota en América del Norte.
Este respaldo contribuirá a mejorar la sostenibilidad y facilitará mejoras operativas en toda la empresa para establecer un sistema cerrado de baterías.
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Se proyecta que el sistema de ciclo de vida de las baterías de Toyota abarque reciclaje, remanufactura y reutilización de casi cinco millones de unidades operativas, avanzando hacia las metas finales de Toyota de alcanzar la neutralidad de carbono en sus operaciones globales para 2035 y en sus vehículos para 2050.
Medidas tomadas por Toyota
Una de las medidas tomadas por Toyota para hacer frente ante la demanda interna de reciclaje de batería fue asociarse el año pasado con Redwood Materials, pactando un acuerdo de reciclaje expandido.
Esto con el propósito de trazar rutas para las baterías de autos que han alcanzado el final de su vida útil en los vehículos eléctricos de la marca.
Adicionalmente, este plan contempla un convenio para que Toyota adquiera material activo catódico y láminas de cobre anódico a través de las operaciones de reciclaje de Redwood, destinados a la producción futura de nuevas baterías para los vehículos de la marca asiática.
Finalmente, al trabajar con Redwood Materials, Toyota crea una cadena de suministro circular para optimizar la logística, expandir la refinación y garantizar que los metales valiosos recuperados puedan reintroducirse en sus vehículos.