La transición hacia flotas de buses 100% eléctricos es un avance significativo en la movilidad urbana, que trae consigo múltiples beneficios para la comunidad, donde de acuerdo con la visión de VGMobility, la implementación de estas flotas representa un cambio positivo inmediato en el bienestar colectivo.
También, figuro como oportunidad para transformar el transporte público hacia un modelo más sostenible, pues al eliminar las emisiones de gases contaminantes, los buses eléctricos contribuyen directamente a la mejora de la calidad del aire en las ciudades.
Sin embargo, la implementación de flotas eléctricas no está exenta de desafíos logísticos significativos. La infraestructura de carga, la gestión de la energía y la planificación de rutas requieren enfoque y experiencia técnica considerable.
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La labor de VG Mobility
VG Mobility trabaja en colaboración estrecha con los operadores de transporte, asegurando que cada etapa de sus proyectos estén diseñada para mitigar riesgos y optimizar el rendimiento.
Con su experiencia en movilidad eléctrica, la empresa hace posible que ciudades y operadores de transporte público adoptar flotas eléctricas con mayor confianza, sabiendo que cuentan con un respaldo experto en la mitigación de riesgos operativos y financieros.
Por otro lado, los beneficios económicos de los buses eléctricos también son considerables, pues a pesar de la inversión inicial más alta en comparación con los buses convencionales, los costos operativos a largo plazo son significativamente menores.
Los buses eléctricos tienen menos partes móviles, reduciendo los costos de mantenimiento, y el precio de la electricidad es generalmente más estable que el del combustible fósil.
Además, muchas ciudades están implementando incentivos fiscales y políticas de apoyo para acelerar la adopción de tecnologías limpias, lo que mejora aún más la rentabilidad de las flotas eléctricas.