Volvo exhorta a líderes mundiales en la COP26 a impulsar más inversiones en energía limpia

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático de 2021 (COP26) que se celebra en Glasgow, Escocia, sirve de escenario ideal para que el mundo visualice no solo los avances que se han obtenido en materia ambiental, sino para exponer las dificultades, retos y oportunidades de cara al futuro para revertir el fuerte daño al planeta.

En ese sentido, Volvo Cars, marca de automóviles sueca, aprovecha este importante marco para exhortar a los líderes mundiales a impulsar inversiones en energía limpia, con el objetivo de que la producción de coches eléctricos alcance el potencial deseado en beneficio global. 

El llamado coincide con un informe recientemente publicado por la marca sueca sobre las emisiones de carbono del ciclo de vida general del último automóvil totalmente eléctrico de Volvo Cars, que muestra las enormes reducciones potenciales de CO2 de un vehículo que se construya y cargue con fuentes de energía limpia.

Importante proyecto a largo plazo

Volvo tiene como objetivo convertirse en un fabricante de automóviles totalmente eléctricos para 2030 y planea lanzar una familia completamente nueva de vehículos con esta tecnología en los próximos años, uno de los proyectos de electrificación más ambiciosos de la industria. Esto es parte de su meta de convertirse en una empresa climáticamente neutra para 2040, ya que trabaja para reducir constantemente las emisiones de carbono en todo su negocio.

Para concretar estos planes, la marca considera indispensable la ayuda de los gobiernos y del sector energético, para que los coches del mundo alcancen todo su nivel de reducción de carbono. 

Como muestra el nuevo informe de Evaluación del ciclo de vida (LCA) del Volvo C40 Recharge, la disponibilidad de energía limpia tanto para la fabricación como para la carga de un Volvo eléctrico marca una gran diferencia en términos de impacto de CO2.

Por ejemplo, el informe detalla que cuando un conductor carga un C40 Recharge con energía limpia, como la energía eólica, el impacto del ciclo de vida del CO2 del automóvil es menos de la mitad que el de un Volvo XC40 tradicional con motor de combustión. Cuando se carga con electricidad generada a través de combustibles fósiles, esa diferencia se vuelve mucho menor.

Esfuerzo conjunto

Håkan Samuelsson, director ejecutivo de Volvo destacó que han tomado una decisión estratégica consciente para convertirse en un fabricante de automóviles totalmente eléctrico y un líder de la industria en ese ámbito, pero considera que no están en capacidad de hacer la transición solos.

«Necesitamos que los gobiernos y las empresas de todo el mundo aumenten sus inversiones en capacidad de energía limpia e infraestructura de carga relacionada, para que los automóviles totalmente eléctricos puedan cumplir realmente su promesa de una movilidad más limpia», dijo Samuelsson.

Los puntos de vista de la compañía se reflejan en el informe 2021 World Energy Investment de la Agencia Internacional de Energía (AIE), que señala que, si bien las inversiones en energía limpia están en un repunte moderado, «permanecen muy por debajo de lo que se requiere para evitar severos impactos del cambio climático”.

Según la publicación, las inversiones globales en energía limpia «tendrían que duplicarse en la década de 2020 para mantener las temperaturas muy por debajo de un aumento de 2 ° C y más del triple para mantener la puerta abierta a una estabilización de 1,5 ° C» de los aumentos de temperatura global. .

A partir del XC40 Recharge, su primer automóvil eléctrico lanzado en 2019, Volvo Cars emite un informe LCA para cada modelo completamente eléctrico. Estos informes brindan total transparencia en términos del impacto de CO2 del automóvil en una variedad de escenarios y brindan a los clientes información valiosa sobre la huella climática general del automóvil.

Con respecto a lo que sí pueden controlar, en términos de sus propias operaciones, la compañía apunta a una fabricación climáticamente neutra para 2025. Actualmente, todas las plantas europeas de Volvo funcionan con electricidad 100% limpia, mientras que su planta de Torslanda, en Suecia es totalmente baja en emisiones.