Las acciones de Tesla subieron esta semana luego de un informe que indica que el presidente electo Donald Trump acelerará las regulaciones sobre los coches autónomos, enviando una señal positiva sobre cómo el mandatario supervisará al gigante de los vehículos eléctricos.
De acuerdo con una publicación de Forbes, las acciones de Tesla subieron un 7% a 344 dólares, cotizando dentro del 5% del precio de acción más alto en dos años y medio cercano a los 360 dólares establecido el lunes pasado, ya que los inversores inundaron las acciones después de las elecciones estadounidenses.
El repunte de las acciones sigue a un informe de Bloomberg en el cual se señala que el equipo de transición de Trump presionará al Departamento de Transporte para desarrollar un marco regulatorio para vehículos sin conductor, citando fuentes anónimas, una medida que puede ayudar a llevar el recientemente presentado Cybercab de Tesla a las carreteras estadounidenses para el año 2026, el objetivo de Musk.
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Giro a la política
El informe sugiere un importante cambio de actitud por parte del actual Departamento de Transporte, cuya subagencia, la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés), está investigando la seguridad de los programas de conducción semiautónoma de Tesla debido al rendimiento del sistema en condiciones de baja visibilidad.
“Este sería un punto de inflexión clave, ya que Musk les dice a los accionistas que solo inviertan en la compañía si creen que Tesla puede resolver la conducción autónoma”, describe Forbes.
Trump podría “potencialmente poner fin a las investigaciones de la NHTSA contra Tesla”, comentaron los analistas de Bernstein liderados por Toni Sacconaghi Jr. en una nota a clientes el lunes, planteando varias vías para que el presidente electo ayude a que los autos sin conductor de Tesla estén en las carreteras.
Estas incluyen una enmienda del Congreso a la Ley de Seguridad de Vehículos para acelerar el ritmo de las pruebas en carretera de los vehículos y utilizar la presión legislativa para “inducir a los estados a proporcionar un camino más fácil hacia pruebas más generalizadas para Tesla [conducción autónoma total] o, de lo contrario, enfrentar asignaciones de carreteras reducidas u otras sanciones”.
