BYD, el gigante chino de la movilidad eléctrica, anunció el inicio de la producción de su primer modelo en Brasil, el Dolphin Mini, a partir de junio de este año.
Este hito marca un paso estratégico en la expansión de la compañía en América Latina y refuerza su compromiso con la transición hacia una movilidad sostenible en la región.
La nueva planta de BYD está ubicada en Camaçari, estado de Bahía, en el espacio que anteriormente ocupaba el complejo industrial de Ford.
Con una inversión inicial de 600 millones de dólares, la fábrica comenzará ensamblando vehículos bajo un sistema SKD/CKD, importando componentes desde China para su montaje final.
Se espera que para finales de 2025, la producción integre más contenido local, incluyendo baterías y piezas clave.
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Brasil, centro de la estrategia
El Dolphin Mini, también conocido como Seagull, es un vehículo eléctrico compacto con un motor de 55 kW (75 CV) y una batería de hasta 38,8 kWh, ofreciendo una autonomía de hasta 400 kilómetros.
Este modelo ha ganado protagonismo en varios mercados latinoamericanos por su accesibilidad y eficiencia energética.
Además del Dolphin Mini, BYD planea fabricar en Brasil el SUV híbrido Song Pro, con el objetivo de diversificar su oferta y adaptarse a las necesidades del mercado regional.
La compañía proyecta alcanzar una producción de 300.000 unidades anuales para 2026, generando miles de empleos directos e indirectos en el país.
La expansión de BYD en Brasil no solo fortalece su presencia en América Latina, sino que también impulsa la economía local y la adopción de tecnologías limpias.
Además, la empresa está explorando opciones como un sistema híbrido etanol-electricidad, demostrando su enfoque flexible para la transición energética en la región.
Con esta iniciativa, BYD reafirma su liderazgo en el sector de vehículos eléctricos y su compromiso con la movilidad sostenible en América Latina.
