La ciudad de Monterrey, México, marcó el punto de partida de una serie de encuentros presenciales organizados por Latam Mobility, en los principales países del continente, con el «North America Mobility & Net Zero Summit», que reunió a las más importantes empresas y líderes vinculados a la energía, el transporte, los combustibles y la movilidad, para mostrar los avances y las perspectivas de la industria en México, EE.UU. y la región.
El encuentro contó con un panel dedicado al rol de la energía en la estabilización del transporte sostenible, titulado «Power to Move: El sector energético como aliado clave para la descarbonización del transporte«.
El panel contó con la participación de Eduardo Sánchez, director general de la Agencia de Energía Renovables de Nuevo León; Alessandra Amaral, directora ejecutiva de la Asociación de Distribuidoras de Energía Eléctrica Latinoamericanas (ADELAT); Roberto de la Garza, cofundador y director general de Ric Energy; Isabel Miranda, representante y socia de Mujeres en Energía Renovable México (MERM), y Anel Hernández, directora general de Electric Mobility Trucks, bajo la moderación de María Valencia, gerente de vinculación y relaciones institucionales de SEISA Energía.
Análisis de la cadena de valor
Eduardo Sánchez, inició explicando que «la Agencia de Energía Renovables de Nuevo León tiene un año de creación, busca el aprovechamiento de la energía a través de fuentes renovables, y se trabaja en la planificación y estructuración de una ruta energética que consta de cuatro ejes: Estructurar cuáles son nuestras necesidades energéticas; optimizar la demanda; aprovechar el potencial de generación, y el programa H230 y la movilidad sostenible enfocada en la infraestructura«.
Sánchez indicó que es clave analizar toda la cadena de valor. «De nada sirve electrificar procesos cuando la fuente primaria de energía no es renovable. Como agencia buscamos integrar la movilidad sostenible en la zona metropolitana, y planificar los puntos de mayor demanda y congestión con soluciones de generación a través de renovables junto a los nuevos vectores energéticos.
«Para avanzar debe haber un marco regulatorio, la infraestructura y la generación. Además, este tipo de tecnologías o aplicaciones deben ser más asequibles para la población, como también más eficientes a nivel de almacenamiento. Por otro lado, se deben integrar las cadenas de valor locales que permitan el desarrollo vehicular y las economías de escala, con mayor competitividad en costos, sin olvidar los incentivos fiscales», enfatizó el representante de la Agencia de Energía Renovables de Nuevo León.
Liderazgo y colaboración
Alessandra Amaral, directora ejecutiva de ADELAT, explicó que el objetivo de su organización es estimular el liderazgo y la colaboración entre los países de Latinoamérica, enfocado en la distribución de energía eléctrica hacia la transición justa y sostenible. «Actualmente estamos conformados por 19 miembros en siete países: Brasil, Chile, Colombia, Argentina, Ecuador, Perú y Guatemala, con 70 millones de conexiones, con 130 millones de personas atendidas y 300 terawatts de energía consumida«.
En relación a las oportunidades, Amaral indicó que la electromovilidad crece significativamente en Latinoamérica, impulsado por la oferta de vehículos, la reducción de precios de las baterías y mayor preocupación por gases contaminantes. «Tenemos tres bloques de oportunidades: la reducción de emisión de gases de efecto invernadero, el efecto económico y social, y la sustitución de la matriz energética«.
«La descarbonización del transporte es fundamental para la transición energética, que ha visto un aumento en sus emisiones, con tasas más altas desde los años 70. En una investigación realizada en 2022 junto a Deloitte, mostró que el transporte incide entre 40% y 48% de los gases de efectos invernaderos, dependiendo del país en Latinoamérica. Sin embargo, a través de las nuevas tecnologías, la reducción de emisiones puede alcanzar hasta 96%. Un número muy significativo», explicó la representante de ADELAT.
Labor multidisciplinaria
Por su parte, Isabel Miranda, representante de MERM, explicó que la asociación está conformada por un equipo multidisciplinario de mujeres que trabajan en torno a la sustentabilidad y la equidad dentro del sector de las energías renovables. «Hemos avanzado dentro de la organización desde las energías renovables hasta la movilidad sostenible, dentro de un contexto de proveedoras de productos, soluciones energéticas, utilities, entre otras».
Por otra parte, Miranda señaló las que considera las oportunidades de la electromovilidad. «La primera y más importante de todas es la educación, no solo para multiplicar el mensaje del uso de la energía, y la movilidad, sino para buscar el crecimiento del número de técnicos especializados en las distintas materias del sector».
Además, la representante del MERM, señaló a la creación de infraestructura de recarga, la estandarización de criterios, la creación de valor agregado, los nuevos aportes y la creación de alianzas estratégicas, como piezas fundamentales para el avance de la transición hacia una movilidad más sostenible.
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Infraestructura crítica
Roberto de la Garza, Cofounder y Managing Director de Ric Energy, inició indicando que la empresa se creó hace ocho años y ha ido evolucionando hacia la infraestructura crítica. «Actualmente estamos desarrollando ocho subestaciones eléctricas a zonas industriales en todo el país; tres gasoductos de última milla; y en relación al agua, en Couhila llevamos agua tratada con una capacidad de 600 litros por segundo».
«Ric Energy trabaja en esas tres áreas importantes de infraestructura crítica, con capital 100% mexicano, pero tuvimos la oportunidad de entrar al área de las electrolineras desde el año pasado: iniciamos todo el proceso y este año ya tendremos cinco distribuidas en Nuevo León y en el estado de Coahuila», agregó de la Garza.
En relación a los retos, de la Garza considera que uno de los más representativos es la capacidad de la infraestructura eléctrica. «En las zonas industriales de país tenemos un problema crítico. Ya es difícil para empresas instalarse en una ciudad porque la capacidad es limitada. Debemos ser muy cautelosos en cómo se hace esa transición energética, se reajusta la transmisión y la distribución. Si no se realiza una planificación, y se incluye también a ciudades medianas, no llegaremos a ningún lado«.
Punto de equilibrio
Anel Hernández, directora general de Electric Mobility Trucks, distribuidora de la marca BYD en México. «Nuestro objetivo es avanzar en la descarbonización, mediante sinergias y alianzas, que permitan que esta migración desde la combustión a la movilidad eléctrica sea más sencilla para el cliente final, a través del apoyo a empresas que buscan avanzar en la transición energética».
«Actualmente, el vehículo eléctrico no es asequible para todos, pero para el sector transporte, sí. Hemos realizado estudios que demuestran que en cuatro años, si las unidades se movilizan alrededor de 30 km al año encontraremos el punto de equilibrio, tomando en cuenta la infraestructura, reducción de costos, y otros factores, como los incentivos que tenemos en las unidades eléctricas», señaló Hernández.
Por último, la representante de Electric Mobility Trucks, indicó que la customización en el sector transporte es una cuestión que de tomarse en cuenta. «Cada empresa puede tener requerimientos muy específicos para sus unidades eléctricas, como lo pueden ser las unidades refrigeradas para el sector alimentario, que no es el mismo enfriamiento que puede requerir una unidad del sector farmacéutico. Hay que tomar en cuenta cada necesidad para contribuir en la transición«.
A continuación, el «North America Mobility & Net Zero Summit» de 2024: