El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Argentina y la Universidad Internacional de Florida (FIU) firmaron un acuerdo que apunta a desarrollar soluciones en ciberseguridad, electromovilidad, la digitalización en la gestión del Estado, e incluso el seguimiento de las condiciones de salud mental de la población.
Así lo indicaron los funcionarios de ambos organismos que participaron de la firma, celebrada el pasado miércoles 18 de octubre en la sede de la FIU, ubicada en Miami.
Según reseñó Infobae, el representante del gobierno porteño fue Martín Redrado, secretario de Asuntos Estratégicos de CABA y la firma tuvo lugar en la Escuela de Asuntos Públicos e Internacionales Steven J. Green.
El compromiso fue impulsado y trabajado por el Centro Latinoamericano y del Caribe “Kimberly Green” (LACC, por sus siglas en inglés) y los funcionarios del área que conduce Redrado en el gobierno porteño.
Visión de mejora
Redrado señaló que el acuerdo es un reconocimiento mutuo entre la Ciudad de Buenos Aires y la FIU de las capacidades que tienen para desarrollar soluciones específicas que buscan incrementar el nivel de vida de los ciudadanos.
Ambas instituciones se comprometieron a realizar actividades en colaboración, las cuáles apuntan a pensar proyectos y avanzar en soluciones a los problemas identificados en las áreas señaladas.
Se trata de iniciativas enfocadas en seguridad pública y gobernanza, salud pública, cambio climático, energía y transporte, manejo de desastres naturales y ciberseguridad.
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Los integrantes de la FIU y los funcionarios del gobierno de CABA, a partir de este acuerdo, se comprometen a investigar los escenarios específicos de las ciudades.
En consecuencia, se prevé la presencia en Buenos Aires de investigadores de la casa de altos estudios de Florida y, a su vez, los viajes de funcionarios porteños a Miami, en el marco de la realización de los proyectos mencionados.
“Ahora depende de los profesores de FIU y los funcionarios de Buenos Aires aprovechar las oportunidades creadas por este acuerdo”, dijo el decano de Green School, Shlomi Dinar.
En líneas generales, el enfoque apunta a reducir la dependencia de combustibles fósiles y mitigar la huella ambiental, al emplear baterías eléctricas o celdas de combustible para impulsar automóviles, camiones y otros medios de transporte.
