Autor: Jhonattan González
La importancia del cambio climático representa un factor clave en la competición de Fórmula E que, en sus 6 años de historia, trabaja arduamente para lograr la neutralidad de carbono. Tres aspectos han sido fundamentales para llegar al objetivo: la medición eficaz de la emisión de carbono, la priorización de la reducción de la huella de carbono del campeonato y la compensación de las emisiones inevitables restantes.
Según reportes del portal oficial de la Fórmula E, han realizado un trabajo con Quantis, especialista en medición de la huella de carbono,con el objetivo de evaluar el ciclo de vida que es utilizado para calcular la huella de carbono dentro de la competición.
La referida evaluación es una herramienta que se utiliza para estimar el impacto ambiental, social y económico. La categoría del automovilismo ha controlado de manera continua dichos impactos y ha conseguido oportunidades para mejorar las operaciones y planificación en el circuito.
El sitio web de la Fórmula E detalla que “los últimos datos completos, hasta la temporada 5, indican que la huella de CO2 de la Formula E corresponde un 72% al transporte, un 14 % al personal, un 6 % a los espectadores, un 4 % a los alimentos, un 4 % a las operaciones y un 1 % a la fabricación de nuestros automóviles, lo que representa emisiones de 1 tonelada de CO2 equivalente a una huella de carbono anual de una persona, de acuerdo con las cifras detalladas en el Acuerdo de París, lo que ayuda a lograr la meta central delimitar el aumento de temperatura a 1,5 °C”.
Explican que de manera constante a lo largo de las primeras cinco temporadas, el mayor impacto en las emisiones de CO2 fue causado por el flete y el transporte entre los sitios de las carreras.
Se calcula que las proporciones fueron las mismas en todas las temporadas, con la excepción de la Temporada 6, que se vio afectada por la pandemia del COVID-19 y la mitad de la campaña se completó en un solo sitio, el Aeropuerto Tempelhof de Berlín para tomar las medidas de bioseguridad correspondientes con el fin de evitar los contagios.
La Formula E ha creado un programa de sostenibilidad basado en tres pilares: ofrecer eventos sostenibles, lograr un impacto positivo significativo en cada ciudad anfitriona y utilizar la plataforma global para promover los automóviles eléctricos y el papel que desempeñarán para abordar la contaminación del aire.
En seis temporadas de carreras hasta la fecha, junto con la iniciativa de usar menos recursos en general e impulsar la sostenibilidad, la Formula E trabajó arduamente para reducir las emisiones de gas de efecto invernadero.
Para los organizadores de la Fórmula E, con una huella de carbono cero neto, el campeonato eléctrico arrancará su séptima temporada en 2021. Con el impulso de una nueva campaña de carreras callejeras, la batalla de la Formula E por el aire limpio continúa recargada y con confianza renovada.