Millones de personas en Latinoamérica y el Caribe dependen del transporte público para sus desplazamientos básicos y actividades laborales, pero con el crecimiento urbano en la región, la amenaza del cambio climático y la contaminación ambiental, se deben desplegar modelos de negocio que impulsen la adopción de nuevos medios menos contaminantes.
En este sentido, Latam Mobility, la comunidad más grande de Latinoamérica vinculada a la movilidad sostenible, organizó en Ciudad de México el pasado 11 y 12 de octubre el encuentro presencial “Latam Mobility: México 2022“, donde se dieron cita las más importantes empresas y representantes regionales para discutir los avances, retos y perspectivas de la movilidad y la sostenibilidad en el país y la región.
El día 11 se realizó el panel “El camino hacia las cero emisiones en transporte público“, que contó con la presencia de Isabel Miranda, Head Técnico Comercial de Enel X México; Ana Elisa Torres, coordinadora de gestión estratégica de movilidad en Cuenca, Ecuador; Alejandro Villegas, director de planeación, sostenibilidad metropolitana y vinculación institucional de Semarnat; Rosario Castro, directora general de Metrobús, y Luis Francisco Flores, Country Manager de Hitachi Energy México.
El panel estuvo bajo la moderación de Jorge Suárez, director comercial de VEMO, quien dio al inicio números importantes: “Un bus de 100 pasajeros pesa más o menos unas 18 a 19 toneladas, pero cada año por su uso intensivo genera en CO2 cinco veces su peso. Sin embargo, las emisiones por pasajero son menores, por lo que hay que plantearse estrategias en el transporte público, para hacer sustentables los traslados”.
Punto clave: la sostenibilidad
En relación a las lecciones aprendidas en los proyectos de Enel X, Isabel Miranda explicó que Santiago de Chile y Bogotá, Colombia, son los dos países fuera de China con mayor movilidad eléctrica. “La capital chilena tiene 250 autobuses eléctricos, junto a 160 cargadores. Todo esto requiere una planificación técnica y financiera. Contamos con el know-how a nivel eléctrico y de generación, y creemos que se debe avanzar en materia de regulación en México, con incentivos, para replicar lo que se ha hecho en esas dos ciudades”.
La representante de Enel X explicó que para que una infraestructura especializada sea sostenible requiere de planificación y seguimiento de normas. “En Ciudad de México, para hacer un layout competitivo, se debe incluir no solo la recarga, o el mantenimiento de autobuses, sino también lo relacionado a obras civiles y electromecánicas, como también el diseño eléctrico de interconexión a la red nacional. Es un trabajo coordinado, casi al minuto, para que los equipos eléctricos a instalar en toda esta infraestructura hablen el mismo idioma”.
Además, Miranda enfatizó que la empresa también toma en cuenta otros aspectos importantes. “Tenemos una política que es stop work, que significa que si algún trabajo es de alto riesgo detenemos la actividad, porque para nosotros es importante evitar riesgos innecesarios, como también tomamos en cuenta todas las normas ambientales en el tema de residuos desde la planificación, para que dicha infraestructura sea realmente sostenible”.
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Ciudades intermedias
Por su parte, la coordinadora de gestión estratégica de movilidad en Cuenca, Ecuador, Ana Elisa Torres, indicó que representa a una ciudad intermedia, la tercera del país, con aproximadamente 600.000 habitantes, y que tienen como enfoque incorporar diferentes estrategias para reducir emisiones, como la implementación de buses eléctricos y su infraestructura; la creación de ciclovías que mejoren las condiciones de los usuarios.
“Como ciudad intermedia tenemos la ventaja de poder planificar pensando en los problemas que han tenido ciudades de mayor capacidad, y a la vez, ser vistos como pioneros al implementar diferentes estrategias de movilidad sostenible», e indicó que a través de una cooperación con Alemania, «logramos acceder a créditos con el banco de desarrollo KfW para implementar estrategias de movilidad con un proyecto de centro histórico bajo en emisiones”, señaló la representante de Cuenca, Ecuador.
“Es importante tener una planificación enfocada en reducir emisiones, y para ello, se debe contar con una política pública desde la administración local para implementar los planes de electromovilidad. En Cuenca tenemos una ley para cambiar la flota de transporte público hasta 2025, por lo que se incorporarán 14 buses eléctricos para hacer los estudios necesarios para avanzar hacia una flota totalmente eléctrica. Hay que tener en cuenta que para alcanzar el objetivo es necesario tener una visión a largo plazo”, enfatizó Ana Elisa Torres.
Proceso de cambio
Rosario Castro, directora general de Metrobús en la Ciudad de México, explicó que el organismo busca fomentar la estructura de un sistema de transporte unificado, que actualmente transporta 1,7 millones de pasajeros diarios. “Empezamos trabajando en la identificación de las necesidades inmediatas, como la renovación de la flota cuya vida útil terminaba, como fue el caso de la Línea 3. Iniciamos un plan piloto para obtener información del rendimiento de las unidades y trabajamos en identificar las características técnicas de las unidades que prestarían el servicio diario a 200.000 pasajeros”.
“Iniciamos arrendando una unidad como piloto con infraestructura de un cargador e incorporamos al año siguiente, en 2021, nueve unidades con seis cargadores adicionales. Esta transformación nos llevó a enfrentar retos para combinar el aspecto legal y técnico, que permitiera darle sostenibilidad, por lo que modificamos la concesión a 15 años para amortizar la vida útil de la unidad. Una de las grandes ventajas que nos ha demostrado el modelo, de acuerdo a los resultados, es que hay un ahorro significativo en costos operativos del 30%“, explicó Castro.
La representante de Metrobús señaló que actualmente tienen 50 unidades en proceso de fabricación, mientras avanzan en nuevas soluciones. “Nuestro primer corredor sobre emisiones será la línea 3 que tendrá 60 unidades, y estamos analizando el siguiente, la línea 4, con características distintas, donde estamos haciendo pruebas con autobuses de 15 metros. Hemos visto mucho interés, sobre todo de fabricantes, y ha sido fundamental el trabajo coordinado con todos los actores en este proceso de cambio. Esa es la principal experiencia en términos de transformación de la línea 3”.
Evaluación integral
Por su parte, Luis Francisco Flores, Country Manager de Hitachi Energy México, señaló que en la electromovilidad se debe evitar la visión de corto plazo. “Al comenzar un proyecto, así sea piloto, se debe hacer una evaluación integral, que incluya los puntos y tipos de carga; el número y tipo de autobuses; la energía necesaria, entre otros. Lo importante es pensar a largo plazo y hacer la inversión adecuada desde el inicio para evitar complicaciones a futuro”.
Adicionalmente, Flores explicó que los proyectos tienen normativas que cumplir, como también hay temas sociales que resolver. “En un proyecto que realizamos en una pequeña ciudad francesa, la gente no quería ver catenarias (cables aéreos de alimentación), por lo que se instalaron soluciones de carga rápida, flash charging, en cada tercera o cuarta parada, en el que un brazo inteligente realiza la carga en los 20 o 25 segundos que tardan las personas en entrar y salir del autobús”.
“Esta tecnología de Hitachi permite que el autobús complete su ciclo de ruta, y al llegar al extremo de ella se detiene para cargar por dos o tres minutos, y continuar con su recorrido. Puedes tener el autobús funcionando todo el día, sin tener que ir a un patio de carga, y sin depender que el conductor haga alguna maniobra: se conecta en el punto adecuado y cuando va a arrancar, se desconecta, sin estar influenciado por un error humano. Es una parte de seguridad, pero también un beneficio a la sociedad, porque no hay ruido ni impacto visual, lo que hace más fácil que la gente asimile las nuevas tecnologías”, concluyó Flores.
Equidad y accesibilidad
Alejandro Villegas, representante de la Comisión Ambiental de la Megalópolis, órgano de coordinación de políticas, programas y proyectos en la zona centro de México, que tiene como objetivo la calidad del aire en la capital del país azteca, y los estados de México, Hidalgo, Puebla, Tlaxcala, Morelos, y Querétaro, señaló que actualmente, al momento de renovar un autobús con 10 o más años de antigüedad e introducir buses electrificados es más factible desde el punto de vista económico, ambiental y de protección a la salud.
“No solamente tenemos las tecnologías masivas de autobuses articulados largos de 12 metros, sino también vehículos eléctricos de 15, 20 y 25 pasajeros que son factibles y pueden atender rutas sobre todo en ciudades intermedias. Estamos más cerca de evitar costos en salud pública por contaminación del aire con la introducción de vehículos eléctricos de diferentes segmentos, como también dar equidad y accesibilidad a la población en el aspecto de su movilidad”, explicó Villegas.
“La principal motivación de esta estrategia nacional es la mitigación de gases de efecto invernadero, aunque sobre la marcha se identifican o se alinean otras que puedan tener ciudades más pequeñas para introducir la movilidad eléctrica, como la ambiental, la equidad social y la seguridad vial. Son diferentes motivaciones sociales y de política pública que tienen las ciudades intermedias”, expresó Alejandro Villegas.