Shell ha anunciado planes para cerrar mil de sus estaciones de combustible para finales de 2025 de cara a la evolución del sector energético, con la compañía priorizando la inversión en infraestructura para vehículos eléctricos sobre su red de estaciones de servicio tradicionales.
Shell opera aproximadamente 46.000 estaciones de combustible en varios países, y ante ello, ha optado por reconfigurar su cartera de activos para adaptarse a los cambios en la demanda de combustibles fósiles y preocupaciones sobre el cambio climático.
Ahora, a nivel estadístico, el cierre de 1.000 puntos de venta representa solo alrededor del 3% de su red global, por ello, el impulso hacia los vehículos eléctricos experimenta un crecimiento exponencial en los últimos años.
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Shell de cara a la movilidad sostenible
A medida que los avances en la tecnología de baterías y la infraestructura de carga hacen que los vehículos eléctricos sean más atractivos y accesibles para los consumidores, las compañías energéticas están reconociendo la necesidad de adaptarse a esta nueva realidad.
Cerrar una parte de su red de estaciones de combustible figura como estrategia proactiva de cara al cambio de movilidad que se necesita realizar a nivel mundial, buscando satisfacer las necesidades de los conductores de vehículos eléctricos en constante aumento.
Esta transición hacia los cargadores eléctricos también presenta oportunidades para Shell en términos de diversificación de su negocio y expansión hacia nuevas áreas de servicios energéticos.
Finalmente, además de instalar puntos de carga en sus antiguas ubicaciones de estaciones de servicio, la compañía podría explorar asociaciones con fabricantes de autos, operadores de redes de carga y otros actores en el ecosistema de vehículos eléctricos.