El encuentro «Latam Mobility Colombia 2025» cerró sus puertas tras dos días de intensas discusiones estratégicas en el imponente marco del Orquideorama del Jardín Botánico de Medellín, donde más de 900 líderes del sector público y privado, junto con tomadores de decisiones clave, analizaron el presente y futuro de la movilidad sostenible en la región.
Entre las presentaciones más esperadas, destacó la ponencia «Resultados de encuesta a usuarios de vehículos eléctricos en Colombia», a cargo de Juan Esteban Martínez, presidente de la Asociación Colombiana de Movilidad Eléctrica y Sostenible (ACOMOVES), quien compartió hallazgos clave sobre la adopción de esta tecnología en el país.
Martínez inició su intervención con datos contundentes: «Entre enero y mayo de este año, las ventas de vehículos eléctricos puros crecieron un extraordinario 251% comparado con el mismo periodo del año anterior». Este crecimiento superó ampliamente el aumento del 46% registrado en vehículos híbridos, confirmando una clara preferencia del mercado por tecnologías 100% libres de emisiones.
Además, destacó que Colombia ha escalado posiciones en el escenario regional: «Según la Agencia Nacional de Energía, nuestro país es ahora el tercer mercado más importante para vehículos eléctricos en América Latina, solo superado por Costa Rica y Uruguay». Un logro significativo que refleja los avances en política pública y la creciente oferta de modelos disponibles en el mercado nacional.
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Perfil del usuario de vehículos eléctricos en Colombia
La encuesta realizada por ACOMOVES, con 425 respuestas validadas, permitió trazar un perfil detallado de los primeros adoptantes de esta tecnología en el país.
Los datos revelan que el 82% de los propietarios de vehículos eléctricos son hombres, concentrados principalmente en el rango de edad entre 36 y 55 años. En cuanto al tipo de vehículo, las SUV eléctricas lideran las preferencias con 61% de participación, reflejando las tendencias globales del mercado automotor.
Geográficamente, Bogotá concentra más del 50% de las matrículas de vehículos eléctricos, seguida por Medellín y Cali. Sin embargo, el dato más revelador corresponde a la distribución por estratos: «Contrario a lo que muchos creían, los estratos 3 y 4 representan más del 50% de los compradores, demostrando que la movilidad eléctrica no es exclusiva de los segmentos más altos de la población», explicó Martínez.

Motivaciones de compra y satisfacción del usuario
Al analizar las razones que llevan a los colombianos a optar por vehículos eléctricos, el estudio encontró que el ahorro económico y operativo aparece como principal motivación, especialmente relevante para los usuarios de estratos medios.
En segundo lugar se ubica la exención de medidas de restricción vehicular como el pico y placa, mientras que los beneficios ambientales aparecen en tercer lugar con 24% de las respuestas. Este último dato sugiere que, aunque existe conciencia ecológica, los factores prácticos y económicos pesan más en la decisión de compra.
El nivel de satisfacción general es extraordinariamente alto: el 97% de los encuestados se declara contento con su vehículo eléctrico, y el 73% no reporta fallas técnicas significativas. Solo se mencionan algunas inquietudes menores relacionadas con actualizaciones de software y configuración de idiomas en los sistemas de infoentretenimiento.
La fidelización: un dato revelador para la industria
Uno de los hallazgos más significativos del estudio es la lealtad que generan los vehículos eléctricos entre sus usuarios. Cuando se preguntó qué tecnología elegirían si tuvieran que cambiar su vehículo mañana:
- El 85,4% optaría nuevamente por un vehículo 100% eléctrico
- Un 24% consideraría un híbrido
- Solo el 1% volvería a un vehículo de combustión interna tradicional
«Este es quizás el dato más contundente de nuestro estudio. Una vez que las personas experimentan la movilidad eléctrica, difícilmente quieren regresar a tecnologías convencionales. Esto debería dar mucha confianza a los inversionistas y fabricantes sobre el futuro del sector», afirmó Martínez.

Desafíos pendientes para masificar la movilidad eléctrica
Pese al optimismo general, la encuesta también identificó obstáculos importantes que deben superarse para acelerar la transición energética en el transporte colombiano..
La infraestructura de carga sigue siendo la principal preocupación, especialmente la necesidad de más puntos de carga rápida e interoperables entre diferentes marcas y operadores.
El 26% de los usuarios menciona la autonomía limitada como una inquietud, aunque este porcentaje ha disminuido notablemente respecto a estudios anteriores, gracias al aumento en la capacidad de las baterías de los nuevos modelos.
En materia de incentivos, el 44% de los encuestados pidió mayores reducciones de impuestos, mientras que el 36% mencionó la necesidad de precios más accesibles.
Llama la atención que el 28% de los propietarios declaró no estar suficientemente informado sobre las opciones de financiamiento disponibles, señalando una oportunidad para mejorar las estrategias de comunicación del sector.
Un llamado a la acción coordinada
Al cierre de su presentación, el presidente de ACOMOVES planteó tres ejes fundamentales para consolidar el liderazgo de Colombia en movilidad sostenible:
- Educación y comunicación: Combatir los mitos y desinformación que aún persisten en algunos segmentos del mercado, a través de campañas coordinadas entre sector público y privado.
- Expansión territorial: Llevar la infraestructura de carga y los beneficios de la movilidad eléctrica a regiones turísticas y ciudades intermedias, democratizando el acceso a esta tecnología en todo el territorio nacional.
- Trabajo colaborativo: Fortalecer las alianzas entre gobierno, empresas, academia y asociaciones como ACOMOVES, que actualmente trabaja con entidades como la ANH, GIZ y la Agencia Noruega de Vehículos Eléctricos en diversos proyectos estratégicos.
«Los resultados son alentadores, pero no podemos conformarnos. Tenemos la oportunidad histórica de posicionar a Colombia como referente regional en movilidad sostenible, generando simultáneamente beneficios ambientales, económicos y sociales para todos los colombianos», concluyó Martínez.