A través de su misión de ofrecer calidad de vida, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) se ha convertido en una de las principales fuentes de financiamiento para avances en ámbitos económicos y sociales en América Latina y el Caribe.
Por su parte, el Fondo Verde para el Clima (GCF, por sus siglas en inglés) es el mayor del mundo dedicado al financiamiento climático. Su mandato es promover un cambio paradigmático hacia vías de desarrollo bajas en emisiones de carbono y resilientes al clima en los países en desarrollo.
Ambas instituciones han encontrado puntos en común, por lo cual concretaron una importante alianza para destinar recursos que impulsen la electromovilidad en la región. Los organismos decidieron crear el primer fondo regional para promover la movilidad eléctrica y el uso del hidrógeno verde, con la meta de que este financiamiento aporte US$450 millones en préstamos concesionales y donaciones a nueve países.
Objetivos
A través de esta interesante iniciativa se espera un impulso al acceso al transporte bajo en emisiones. En ese sentido, estiman que el programa eliminará 7,5 millones de toneladas de dióxido de carbono.
Su componente de adaptación climática beneficiará a 1,5 millones de personas en forma directa y a 9 millones en forma indirecta, lo que representa el 9 % del total de habitantes de los países cubiertos por el programa.
Los beneficios incluyen menores gastos en la importación de combustibles fósiles, una mayor capacidad de movilidad en los sectores público y privado, nuevos puestos de trabajo verdes, una transición justa que tenga en cuenta el género y otras consideraciones, y una red de transmisión eléctrica más resistente a los eventos climáticos.
Los países que contarán con el fondo son Barbados, Chile, Colombia, Costa Rica, Jamaica, Panamá, Paraguay, República Dominicana y Uruguay.
Detalles de la inversión
Se espera que el BID y otros socios aporten US$200 millones al fondo, mientras que el Fondo Verde para el Clima aprobó otros US$200 millones. Los gobiernos de los nueve países beneficiados prevén aportar otros US$50 millones, llevando el total de la inversión inicial en el fondo a US$450 millones.