La pandemia del COVID-19 no solo significó cambios radicales en la forma de socializar, sino que dejó modificaciones importantes en la movilidad de las grandes ciudades. Una gran parte de la población emigró del transporte público, por miedo a contagiarse, hacia otras opciones para desplazarse.
La micromovilidad tomó auge destacado en los dos últimos años, triplicando la utilización de vehículos livianos en América Latina y el mundo. En ese sentido, el encuentro Latam Mobility: Chile 2022, llevó a cabo un debate para intercambiar ideas sobre la implementación de bicicletas eléctricas, scooters y motocicletas en las principales metrópolis de la región.
En el panel “Micromovilidad Limpia y Segura”, representantes de distinguidas empresas ofrecieron sus puntos de vista en la materia, y presentaron avances y proyectos en el corto plazo.
El CEO de Mobi Latam, Ariel Revollo aseguró que la micromovilidad como servicio es el rubro que genera más impacto, debido a que ahorra gran cantidad de energía frente a un coche eléctrico que en muchas ocasiones es utilizado por una sola persona.
Detalló que la empresa empezó operaciones en Bolivia y pronto iniciarán actividades en Perú y Chile, enfocándose principalmente como proveedores de software y hardware a los denominados vehículos livianos.
Revollo reveló que llevarán a cabo el programa programa “Mobi Leaders”, en alianza con la Organización de Naciones Unidas, para certificar a empresas que cambien sus métodos de movilidad hacia la sostenibilidad con medición de huellas de carbono.
Smart Cargo y su enfoque en el retail
El gerente general de Smart Cargo, Andrés Alamo expuso en el Latam Mobility: Chile 2022 los grandes avances que ha tenido la micromovilidad en los últimos dos años. La compañía ofrece varias líneas de productos, pero con un fuerte foco en lo que se denomina movilidad eléctrica liviana, que corresponde a triciclos, motos y cuatriciclos o city cars.
Aunque su actividad se ha hecho notar más desde la pandemia, la compañía trabaja desde 2014 en la importación de vehículos. En esa fecha homologaron más de 30 triciclos, y en la actualidad superan la cifra de 5 mil circulando en el negocio del retail y última milla.
El directivo señaló que tras la exitosa operación en Chile, comenzaron su proceso de expansión a Colombia, Nicaragua, Perú y Argentina. Explicó que dentro de los más de 50 modelos, de los cuales 28 están homologados para circular por las calles de Chile, se realizó una selección de los productos que se adaptan mejor a las necesidades, normativas y regulaciones de cada mercado.
“Hay que atreverse a cambiar hacia la movilidad eléctrica. Al principio costaba, la carga y los precios son uno de los principales miedos, pero en el corto plazo se lograrán soluciones para masificar la electromovilidad”, puntualizó Alamo.
Unión de fuerzas
Durante el debate sobre micromovilidad organizado por Latam Mobility, el representante de Segway, Fernando Orellana enfatizó la necesidad de que los actores involucrados en este mercado trabajen de manera atomizada con el fin común de masificar estas nuevas tecnologías.
“Trabajando con alianzas se ha formado la Asociación Chilena de Elecromovilidad Liviana que agrupa a muchos sectores independientes y es apoyada por el sector público para impulsar estas innovaciones”, apuntó.
Más allá de los grandes esfuerzos en financiación, incentivos y regulaciones clave, Orellana considera fundamental culturizar a los ciudadanos en materia vial para fomentar el cambio de mentalidad a la hora de movilizarse.
Aclaró que no está en contra del transporte público u otras formas de movilidad, pero destaca el impacto y gran ahorro de energía que representa trasladarse en bicicletas eléctricas, scooters y motos.
Orellana destacó que a pesar de que hay muchos obstáculos por sortear, la micromovilidad representa un camino de oportunidades y se está llevando por la vía correcta.
