Diversos objetivos en movilidad sostenible se han trazado de cara al 2030 y 2050 en Colombia y gran parte del mundo. Reducir las emisiones de carbono se ha convertido en un reto que involucra diversos sectores, siendo uno de los pasos iniciales adquirir un vehículo híbrido o eléctrico.
Para ahondar y descubrir el rol del sector privado en el proceso de carga, Latam Mobility organizó un panel durante el día 2 del Latam Mobility Colombia 2022 denominado Movilidad Sostenible ¿La Gran Oportunidad de las Empresas Energéticas?, conformado por Simón Pérez, Innovation Leader de Celsia Energía, Guillermo Prada, Head Of Network Development Colombia de Enel, Roberto Quiros, asesor del presidente ejecutivo de ICE y José Isaza, Jefe Unidad Transacciones T&D Energía de EPM, quienes conversaron de manera amena bajo la moderación de Natalia Gutiérrez, presidenta de Acolgen.
Justamente, en términos de demanda energética y los planes que la movilidad sostenible trae consigo, Isaza afirma que la expectativa de crecimiento en la demanda energética será del 5% en 2030, motivado por la movilidad eléctrica, mientras que para 2040 estará posicionada en 25%. “Son retos bastantes importantes donde el más grande es incorporar todas las necesidades que el sistema como tal requiere para atender la demanda de cualquier tipo, de fuentes móviles como no móviles”.
Sin embargo, desde el lado del Grupo Enel “no es suficiente”, es decir, Prada asevera que se han tenido resultados positivos en cuanto a la venta de vehículos electrificados en Colombia, la región latinoamericana, Europa y China, pero es de suma importancia acelerar el proceso de transición hacia los autos eléctricos. “Al ritmo que vamos no vamos a lograr las metas de descarbonización a las que nos hemos comprometido”.
A plantear soluciones
La reunión de los principales protagonistas del sector sostenible en Medellín, sirvió de espacio para generar propuestas en favor de la sostenibilidad. Allí, Prada comentó que establecer metas obligatorias, vinculantes y directas en cuanto a la penetración de vehículos eléctricos podría ser una de ellas para acelerar el proceso.
“Esta meta hay que construirla entre todos los actores que participan en el proceso con la intención de poder definir cómo sería esa transición, por supuesto buscando que sea lo más rápido posible para alcanzar el 1.5 grados al cual nos hemos comprometido”, acotó Prada.
El aporte de Enel se evidencia con su infraestructura energética, además del proyecto “Bogotá región 2030”, el cual tiene por objeto fortalecer la infraestructura, desarrollando 30 nuevas subestaciones de potencia para la fecha.
Por otro lado, en Celsia ven los retos desde el aspecto escalable, y así lo profundizó Simón Pérez: “Nos encontramos en condominios y en unidades residenciales como llega el cuarto o quinto vehículo eléctrico, entonces, el desafío es saber cómo escalar esas redes de distribución para soportar el crecimiento. De igual manera sucede con el tema del transporte masivo”.
